Dos jóvenes detenidos el sábado quedaron presos ayer acusados de haber adquirido en 20 mil pesos el auto robado que emplearon los asesinos del pastor evangélico Eduardo Trasante para llegar y luego huir de la escena del crimen. Según los investigadores ambos sabían cuál era el fin para el que sería destinado el vehículo e incluso no se descarta que uno de ellos haya participado de la ejecución del crimen ocurrido el 14 de julio. Por eso ayer el fiscal de Delitos Complejos Matías Edery y su par de Homicidios Gastón Ávila los imputaron por encubrir el robo del Peugeot 308 Allure blanco y también como coautores funcionales del asesinato en su rol de aportar a la logística del transporte de los homicidas.
Aníbal Maximiliano "Archi" G. , de 23 años, y Brian Nahuel "Buba" A., de 19, fueron imputados como coautores de encubrimiento en concurso real con la coautoría funcional de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por el uso de arma de fuego. Para los fiscales los sospechosos son parte de un plan criminal urdido por varias personas con al menos una pata en la cárcel de Piñero desde donde, según una de las hipótesis, se habría realizado un ofrecimiento de 500 mil pesos para cometer el crimen.
"Entendemos que los imputados tuvieron una participación importante en el hecho. Pusieron a disposición de un plan criminal, que evidentemente existió, el vehículo con el que se cometió. No descartamos que hayan tenido otra participación, pero hasta ahora podemos asegurar ésto", resumió Edery.
El avance de la pesquisa, no obstante, no puede darle respuesta a uno de los interrogantes más grandes: por qué mataron al ex concejal de Ciudad Futura. "Se están investigando varias vías, pero no las podemos adelantar. Creemos que nos estamos acercando a quien dio la orden, pero ésta es una empresa criminal mucho más grande que estas dos personas imputadas hoy", aportó Ávila.
Reconstrucción
En la audiencia de ayer se expuso en detalle la mecánica del crimen de Trasante según lo que los fiscales consideran acreditado a partir del cruce de evidencias y testimonios colectados en la pesquisa.
Primero reconstruyeron el trayecto del Peugeot 308 a partir de capturas de cámaras de vigilancia de la zona. A las 14.42 del 14 de julio se ve pasar el auto frente a la casa de San Nicolás 3638 donde vivía el pastor y luego de un par de vueltas estacionar en el pasaje Santa Isabel. De ese vehículo bajaron dos hombres que caminaron hasta 24 de Septiembre y tomaron por San Nicolás hasta la casa del pastor. Uno vestía buzo o campera gris claro y pantalón oscuro, y el otro ropa oscura.
A las 14.47 tocaron timbre y cuando los atendieron dijeron que iban a ver a "Edu" de parte de su hija "Caty". Cuando les abrieron la puerta, ingresaron al pasillo donde uno retuvo a Carolina, la esposa de Trasante, contra la pared; y el otro se dirigió al interior de la casa. Luego obligaron a Carolina a recorrer el pasillo, entrar a la vivienda y llamar a Eduardo que estaba en la planta alta. Cuando el pastor bajó la escalera uno de los intrusos le disparó sin mediar palabra. El tiro impactó en la mano derecha de la víctima, entonces el atacante se acercó y le volvió a disparar, esta vez a la cabeza.
Perpetrado el crimen, los asesinos salieron caminando hacia el Peugeot que fue hallado al día siguiente abandonado y sin las ruedas en Barcalá y Uriburu. Ese auto, con ventanillas polarizadas, fue la punta del ovillo de la pesquisa.
Transacciones
La marca de un choque en la puerta delantera derecha del Peugeot dio la pauta de que el auto abandonado en zona sur era el mismo captado por las cámaras. El auto, modelo 2012, había sido robado el 10 de julio en una entradera en Juan XXIII al 6600, en la zona sudoeste. Uno de los ladrones (otros dos o tres no fueron identificados) fue Ariel S., de 21 años, a quien el lunes le imputaron el robo pero no lo vincularon al crimen.
Es que, según se estableció, el vehículo fue entregado al día siguiente de ser robado, el 11 de julio alrededor de las 20, en un baldío de Garzón y Demestri, en la zona sudoeste. Varios testimonios ponen allí en escena a "Archi" y "Buba" como los compradores a cambio de 20 mil pesos que le habrían entregado a un tal Alexis.
Los compradores llegaron en una moto negra y, al parecer, antes de efectuar la transacción hubo un ofrecimiento para "hacer un laburo con el auto" a cambio de 500 mil pesos. Ese ofrecimiento, que habría llegado desde la cárcel de Piñero, daba a entender que el laburo era matar a alguien, pero no les dijeron a quién. No obstante, los vendedores se negaron y finalmente entregaron el auto a los tres compradores, uno "medio morochito", otro "más blanquito" y el tercero un "petisito con carita de cancherito, carita de terrible", según fueron descriptos.
En torno al vehículo se mencionaron otras evidencias a partir de las pericias telefónicas. De una se desprende que "Buba" habría ofrecido el auto a otra persona que quedó en responderle, pero lo hizo varios días después. Entonces, ante la pregunta "¿tenés el auto todavía?", la respuesta fue una imagen de un portal de noticias en la que se ve una foto del Peugeot en cuestión bajo el título "Crimen de Trasante: encontraron el auto". El mensaje de "Buba" se completó con las siguientes frases sobre el auto: "Ahy (sic) está", "Alta bronca me mandé".
Asimismo, entre los datos obtenidos del celular de "Archi" se encuentran imágenes del Peugeot 308 blanco así como fotos en las que el sospechoso aparece con una campera Columbia negra, similar a la que vestía uno de los homicidas, según describió la viuda del pastor.
Fuente: La Capital
