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Francia: abren centros comerciales sólo para vacunados o testeados

Tras restringir el acceso a restaurantes, bares y trenes, se comenzó a exigir el certificado sanitario para autorizar la entrada en más de 120 centros comerciales del país

18 de agosto de 2021


A partir de ahora, cualquier persona que quiera entrar en un centro comercial de más de 20.000 metros cuadrados en una zona con una alta incidencia de Covid -más de 200 casos por cada 100.000 habitantes en siete días- tendrá que presentar un certificado que acredite dos dosis de la vacuna contra el Covid, una prueba negativa de la enfermedad de menos de 72 horas o una contaminación en los últimos seis meses.

En este momento de aumento de los casos de Covid, debido a la variante del Delta, la medida está en vigor en toda la región de París y gran parte del sur de Francia. Además de los centros comerciales, las grandes tiendas de muebles e incluso los hipermercados comenzaron a controlar el acceso el lunes.

El objetivo del gobierno es aumentar la tasa de vacunación en el país, ya que aunque la campaña de vacunación contra el Covid-19 está abierta a todos los mayores de 12 años, hasta ahora sólo el 52,2% de los franceses han sido completamente inmunizados.

Cada vez más acostumbrados a mostrar su “pasaporte sanitario", en papel o dentro de una aplicación en su teléfono móvil, muchos franceses consideran que la norma ayuda a controlar la pandemia que ha paralizado la vida durante tantos meses.

"No me molesta en absoluto, estoy a favor del pasaporte sanitario (...) para que podamos recuperar poco a poco nuestras libertades", dijo Aline Loreille, propietaria de un restaurante de 55 años que sale de un centro comercial de París.

En varios centros comerciales, para evitar la pérdida de clientes no vacunados, se han instalado puestos para realizar pruebas rápidas en la entrada.

"No voy a hacerme la prueba cada vez que quiera ir al centro comercial. Es una pena para ellos, porque perderán clientes", dice Rachida Mansouri, de 49 años, un ama de casa que ha renunciado a comprar en las afueras de París. En el mismo centro, otros clientes resignados acuden al centro para realizar la prueba del hisopo.

Por ahora, la sanidad pública francesa paga todas las pruebas Covid que se hacen en el territorio, incluso las que se hacen sólo para asegurar la entrada al centro comercial o al cine. Sin embargo, el gobierno ya ha declarado que a partir de octubre las pruebas que no cuenten con prescripción médica no serán cubiertas por la sanidad pública, lo que dificulta aún más la vida de quienes no quieran administrarse la vacuna anti-Covid.

La resistencia a la vacunación obligatoria es alta en Francia. En los últimos cinco sábados, miles de personas han salido a la calle en cientos de ciudades para protestar contra la exigencia del "pasaporte sanitario".

 

Fuente:  AFP