El sábado a las 19 horas, Colón e Independiente se verán las caras por la semifinal de la Copa de la Liga Profesional, en el estadio Bicentenario de San Juan.
Allí se encontrarán dos técnicos que se conocen desde hace tiempo. Julio César Falcioni, quien actualmente está a cargo del equipo de Avellaneda. El entrenador del Rojo, quien está pasando un duro momento por el fallecimiento de su esposa, tiene una relación muy especial con Eduardo Domínguez. Lo vio crecer al D.T sabalero, lo dirigió en las inferiores de Vélez, luego en la Reserva y luego en el plantel Profesional. También coincidieron en Olimpo, All Boys e Independiente.
Hizo debutar al ex defensor en la Primera División del club de Liniers. Lo particular de esta historia es que Eduardo ingresó al equipo, en lugar de su hermano, Federico.
Hace algunos años, Domínguez contó la anécdota a un grupo de periodistas que estábamos presentes en el predio. Fue en la previa de Colón-Banfield, cuando el Taladro era dirigido por Falcioni: “Imagínate lo que fue el almuerzo familiar, mi papá me felicitaba y mi hermano estaba serio, con bronca. Fue todo un tema. Encima Federico esperó años su posibilidad porque en esa época era titular el “Pacha” Cardozo y justo vengo yo para jugar en lugar de él”, comentó el técnico.
Su relato se ganó la risa de todos los presentes que se sorprendían de la situación especial que le tocó vivir como jugador y hermano. Con su decisión, Falcioni armó un tremendo “problemón” en la familia Domínguez. Lógicamanete, el D.T. lo vcontó desde el respeto y cariño que lo une con el técnico de Independiente. De hecho, luego del triunfo ante Talleres, dijo que se habían prometido un abrazo, debido a la difícil situación que está atravesando Julio César.
