En Vivo

09 de agosto de 2019


El Centro Cultural Provincial “Francisco Paco Urondo”, dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura, invita a los santafesinos a celebrar este sábado sus 39 años de cultura viva, con la presentación de Lautaro Segalla, artista de hip hop y “Plinky’s son”, con su repertorio cubano.
La noche de homenaje comenzará a las 20 horas y la entrada es un bono contribución destinado a colaborar con el Centro Cultural y Social “El Birri”.

LOS ARTISTAS
Lautaro Segalla descubrió la cultura del hip hop en 2014. En 2015 empezó a improvisar en su casa y con amigos, y comenzó a conocer el ambiente en la ciudad. En 2016 compitió en la “Invasión rapper” y, a fines de 2017, sacó su primer tema llamado “Buscando”.

En 2018 publicó algunas canciones y este año sacó su primer álbum oficial “Fuck anxiety”, grabado en Real sound, que consta de ocho canciones, con prudcción de maxi.ivanc.

“Plinky’s son” es un grupo musical en formato acústico, que interpreta sones cubanos con estilo urbano latino. La banda está conformada por Sebastián Barrionuevo en voces y guitarra, Mariano Leiva en contrabajo, Germán Schamburg en trombón, Martin Morel en teclado, Mariano Papini en congas y Carlos “Plinky” Baiman en bongó y accesorios.

CENTRO CULTURAL PROVINCIAL
En 1922, en el terreno donde funcionaba el cine teatro “Jardín de Italia”, se iniciaron los trabajos de construcción del “Cine Teatro Moderno”. Su propietario inicial, Oreste Neri, encargó el proyecto a Juan Simonutti.

A partir del 15 de mayo de 1926, la propiedad pasó a nombre de Domingo Francia, quien sigue la obra en el año 1927 con el constructor Ramón Molina, que rediseña la fachada y continúa el edificio hasta su finalización.

Inaugurada en 1929, la popular sala trae a Santa Fe los más variados espectáculos: lucha greco-romana, primeras películas sonoras, compañías de revistas y orquestas sinfónicas. Luego de funcionar como sala de cine por más de 30 años, en 1972 se iniciaron los trabajos de readaptación y ampliación del edificio con destino a sala de sorteos y oficinas de la Caja de Asistencia Social, inaugurándose el 22 de mayo de 1973.

El proyecto realizado por Carlos Escandell Blanch no modifica la estructura espacial del edificio, pero sí anula la rica y artesanal decoración interior, elimina la sectorización de los palcos, amplía el hall, cambia aberturas en la fachada y ejecuta la actual marquesina.

Por decreto del 12 de agosto de 1980, el inmueble se transfiere al Ministerio de Educación y Cultura, con lo cual adquiere su actual uso como Centro Cultural Provincial. Por decreto del 22 de noviembre de 1988 se transfiere a la secretaría de Cultura y Comunicación social de la provincia.

La obra está definida por la tipología imperante a principios del siglo XX, de teatro a la italiana. Se organiza en base a un eje de simetría que articula los espacios principales: hall, sala y escenario, al cual se yuxtaponen los demás ámbitos: dos alas laterales de circulaciones y servicios.

La sala, en forma de herradura, se estratifica en tres niveles: plateas bajas, altas y tertulia, y sirve para imprimir la especialidad particular de la obra.

Originalmente, el piso de las plateas bajas se nivelaba mediante un sistema hidráulico según el tipo de espectáculo. Debajo de las mismas existía un subsuelo inundado que favorecía la acústica de la sala.

La fachada, estratificada en base, desarrollo y coronamiento, ordenada simétricamente, se compone de un cuerpo central y dos laterales: el primero, que contiene el ingreso, es enfatizado por la presencia de un tratamiento diferenciado de pilastras y balcón central, de mayor importancia que los laterales, y remata en un coronamiento jerarquizado.

Almohadillados, pilastras, columnas dóricas y arcos de medio punto otorgan a la obra un carácter ecléctico a la italiana.

Se recuperaron el foso de la orquesta y se renovaron los sistemas de aire acondicionado, sonido y sala Foyer, al tiempo que se empiezan a integrar los actuales organismos (seminario provincial de Ballet, Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe) y los diferentes talleres.

Su reciclaje y puesta en valor representa un valioso ejemplo para la ciudad, ya que al adaptarse a funciones afines permite la persistencia de una obra importante del patrimonio santafesino.