Este martes se puso en marcha la obra que permitirá asegurar un mejor servicio de agua potable en el complejo habitacional San Ignacio de Loyola.
Los trabajos demandarán una inversión superior a los 13 millones de pesos y tienen un plazo de ejecución estimado en 3 meses.
Además de beneficiar a Loyola, la obra aumentará el caudal de bombeo en la red de los barrios General Paz y Monseñor Zaspe, y beneficiará indirectamente al sector abastecido por el tanque central.
La intendenta Daniela Qüesta expresó que es "la primera acción física que vemos es la tierra que se mueve. Esto empezó hace unas semanas cuando se hizo la recorrida de la traza, la intención era conocer cuadra por cuadra qué inconvenientes podía haber para resolverlos".
"Es lo que estamos viendo con el ingeniero de la empresa, saber en qué podemos ir ayudando, por dónde va la obra, para comunicarnos con el vecino y colaborar para ir allanándoles el camino. Desde lo técnico la obra la está definida, está presentado el proyecto que se licitó, así que de lo que se trata ahora es estar en la calle. Tenemos de la ilusión de que lleguemos al verano con la obra concluida", agregó.
El ingeniero encargado de obra, Pedro Volovik, explicó que "estamos realizando sondeos para el zanjeo para el tendido de la cañería, es lo que estamos iniciando. Con la intención de hacer estos trabajos en esta época de sequía y molestar lo menos posible a los vecinos, con quien nos iremos comunicando a medida que avance la obra".
La directora de Gestión y Desarrollo de Proyectos y Obras, Mariana Albornoz, hizo hincapié en que la obra mejorará no solo "el Loyola, también la zona de General Paz, y se hará un cambio de bomba en el Zaspe".
