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La paz total en Colombia crea un "potencial real" para reducir cultivos ilícitos

La siembra de la hoja de coca, materia prima para la producción de cocaína, tuvo un incremento del 43% en el país entre 2020 y 2021.

29 de marzo de 2023


La directora regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsch, afirmó que el plan de "paz total" del Gobierno de Colombia para negociar con los grupos guerrilleros crea un "potencial real" para reducir las áreas sembradas con hoja de coca, aunque recalcó que para que eso ocurra "es importante que haya una presencia del Estado" en los territorios recuperados.

"Justo antes del acuerdo de paz con las FARC (en 2016) aumentó el cultivo porque hubo un tipo de incentivo perverso por el que todo el mundo sabía que iba a acceder a programas de desarrollo alternativo si tenían cultivos", manifestó la experta canadiense en una entrevista con Télam durante su visita a la Argentina,

El escenario del posacuerdo estabilizó temporalmente la seguridad en las regiones más impactadas por el conflicto, pero las disidencias que no aceptaron deponer las armas, junto a otras organizaciones guerrilleras y grupos criminales coparon los territorios abandonados por las FARC y mantuvieron al narcotráfico como una de sus fuentes de financiación, de acuerdo con datos oficiales y de la ONU.

"Hemos hablado con el gobierno de Colombia y es consciente de todo esto. Si van a negociar con nuevos grupos, es importante que haya un plan para tener la presencia del Estado inmediatamente después, porque si no siempre existe el riesgo que otros ocupen ese territorio", indicó al ser consultada sobre las posibles consecuencias del diálogo con organizaciones armadas como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Obviamente la paz siempre es buena idea y creo que hay un potencial real para reducir los cultivos. Estos cultivos están en unas zonas muy vulnerables, donde no hay presencia del Estado, no hay desarrollo, entonces hay mucho potencial en mejorar la situación", añadió.

De acuerdo con el último informe anual de Unodc, en Colombia hubo un incremento del 43% en el área sembrada con hoja de coca, materia prima para la producción de cocaína, que pasó de 143.000 hectáreas en 2020 a 204.000 en 2021, con el 62% de esos cultivos concentrados en zonas de mayor vulnerabilidad (Nariño, Norte de Santander y Putumayo).

Con la llegada de Gustavo Petro al poder en agosto de 2022, el Ejecutivo planteó modificar la política antidrogas que, a criterio del mandatario, "fracasó" al provocar un millón de muertos en Latinoamérica y crear organizaciones criminales con "más poder" que muchos gobiernos regionales.

Entre otros puntos, el nuevo enfoque propuesto por Petro impulsa la prevención de la drogadicción por sobre la criminalización, desarrollar una tarea conjunta con otros países de la región y eliminar la erradicación forzosa para pasar a una voluntaria mediante incentivos para pequeños cultivadores, una política que no rige para los que son productores de hoja de coca a escala industrial.

Sobre esto último y basada en la evidencia, Welsch comentó que "la erradicación voluntaria con programas de desarrollo alternativo es más eficaz a largo plazo" que la forzosa mediante coacción de las fuerzas de seguridad.

"Hemos podido comparar zonas donde hubo erradicación forzosa con otras en las que hubo erradicación voluntaria con programas de desarrollo alternativo y pudimos ver que hay mucha menos siembra en las últimas", abundó.

La agencia que dirige, por ejemplo, colabora con campesinos para la sustitución de cultivos ilícitos por otros como el cacao, el caucho, el café, la caña de azúcar y la miel.

Welsch explicó que la "erradicación forzosa es una herramienta" pero sola "no puede ser una solución sostenible", ya que se necesita además "un desarrollo alternativo" y "la presencia del Estado", entre otros aspectos.

"Lo que es importante, es tener un enfoque integral, holístico, equilibrado, teniendo en cuenta todos los aspectos, trabajar conjuntamente entre países y saber lo que está pasando porque las cosas están siempre cambiando", manifestó.

La oficina que encabeza Welsch con sede en Bogotá es la más grande de las que tiene la agencia de la ONU contra las drogas en distintas partes del mundo, una muestra de lo fuerte que es el cultivo de hoja coca en la región que no solamente creció en Colombia, sino también en Perú (más de un 30%) y en Bolivia (más de un 4%) en 2021 respecto al año anterior.

Brasil, México y Ecuador son además los principales países de tránsito para la cocaína, que tiene como destinos más importantes a Estados Unidos y Europa, aunque Welsch señaló que el mercado sudamericano es también "muy grande" y recordó que 21,5 millones de personas utilizaron esa sustancia en el mundo en 2021, "el nivel más alto que vemos".

La cocaína no es el único riesgo, sino también las drogas sintéticas, que pueden ser fabricadas en laboratorios en todo el mundo, por lo que "es tan importante prevenir que sea un problema en la región", advirtió Welsch.

El trabajo de la Unodc incluye también combatir todos los delitos asociados con las drogas ilícitas como es la trata de personas, el lavado de activos, tráfico de armas, la tala y la minería ilegal.

En la Argentina lanzó el lunes pasado su primer proyecto totalmente local que busca fortalecer el control de los precursores químicos, el combate de drogas ilícitas (con énfasis en drogas sintéticas y nuevas sustancias psicoactivas) y la respuesta de la justicia penal al narcotráfico y la corrupción asociada.

El proyecto tendrá foco en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las provincias de Buenos Aires y la de Santa Fe, tendrá una duración inicial de tres años y cuenta con una financiación de 1,3 millones de dólares del Departamento de Estado de Estados Unidos.

 

Fuente: Telam