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Guillermo Coppola, sobre los videos de una fiesta en Ibiza que se hicieron virales: “Me vi como un idiota, un pavote"

24 de febrero de 2020


La semana pasada el ex mánager de Diego Maradona volvió a estar en el ojo de la tormenta como hace mucho tiempo no lo estaba. A través de las redes sociales se viralizaron dos videos en donde se lo veía en una fiesta en Ibiza bailando y realizando gestos obscenos con un grupo de extranjeros, por lo que fue duramente criticado. Una actitud suya que, viéndola en retrospectiva, le hizo “pegar contra la pared”. Pero también siente que es una oportunidad para parar la pelota -inevitable hablar de Coppola y no hacer, por lo menos, una referencia al fútbol-, levantar la cabeza y visualizar el campo de juego. “Nunca más”, asegura.

—¿Sabés por qué soy feminista? Porque respeto a la mujer desde que nací. Siempre lo sentí producto de que mi vieja es mujer, máximo exponente, máximo amor, lo que más extraño es a mi vieja… Y ella me enseñó el ‘te quiero’. Papá era más del barrio, el hombre rudo… Era un genio, laburante, metedor, honesto y generoso, pero nosotros veíamos que mamá sufría. No había un cariño, ¿entendés? Hasta que un día mi hermano, el más grande, me dijo ‘acompañame’. Yo tendría 15 años, y tuvimos una charla con papá para que se vaya de casa. Mi vieja nos agradeció siempre, y eso a mí me marcó. Ninguna mujer te va a hablar mal de mí como tipo, como pareja, como amigo. Soy de distinguir a la mujer, pero no por el regalo: porque me nace. Me encantan las mujeres y siento que todos tenemos que ser respetados, pero más la mujer.

—En este camino que estamos recorriendo hombres y mujeres con el feminismo, todos estamos aprendiendo. ¿Te arrepentís de algo que hayas hecho? ¿Aprendiste de algo?

—Yo digo que siempre aprendo. De mis amigos jóvenes, de los hijos de mis amigos, de mis hijas que me muestran cosas y cambios que existen. Pero hace muy poco voy con unos amigos a ver la Champions, que me encanta. Entre Copa del Rey y Champions había cuatro o cinco días. Fuimos a Ibiza, playa conocida, mucha fiesta, donde yo fui infinidad de veces.

—Ahí se filmó el video que se vio hace poco.

—Si vos me decís “Guille, ¿cómo te ves?” Perdoname la expresión, pero como un idiota. Un pavote. Porque en el casamiento de un amigo o en la fiesta de cumpleaños de una amiga de mi señora están esperando todos que yo salga al pogo… Entonces a veces te dejás llevar por eso. Siento que esto nunca más. Este video me hizo pegar contra la pared. No estoy haciendo nada que no fuera dentro de ese contexto: era un grupo que me llevó a mí a hacer… Pero por qué yo tengo que ir, si veo que no era lo mío. Era un baile extraño, con un perreo que nunca había visto. Todos disfrutándolo, pero no me vi bien. Entonces digo: con los ojos de hoy hay que mirar un poco y recorrer el ayer con los ojos de hoy, ¿no? Es un ejercicio que producto de esto que me mencionás voy a tomarlo muy en serio y decir “bueno, se acabó el humo”. ¿A quién le dan la pistola de humo? Y, me la dan a mí…

—¿Es difícil correrse de ese lugar?

—Y cómo hago, ¿viste? A veces pienso “ si la gente se está divirtiendo y yo estoy haciendo reír a la gente…” En la radio, con Guido Kaczka, a quien yo le digo que es un celador, porque aprendo de él y lo escucho. Bueno, hoy hice un comentario y después él me dijo “¿qué te pasa? Tampoco tenés que irte al otro extremo”.

—¿Te referís a que después de las críticas te pasaste de correcto?

—Claro, me dijo “¿vos estás loco? No dejes de ser vos” En estos restaurantes que hay ahora que ponen música, no los nombremos para no darles mucha trascendencia, se baila en las mesas, tiran humo… La pistola están esperando a que la agarre yo. Y la gente se agita. Yo agarro la pistola, ¿entendés? Y tiro el humo. Es un tema bien arriba, la gente disfruta. Entonces, no lo hago más. Te digo, me sensibilizo hasta diciéndote esto, porque no hago daño, tiro humo y la gente lo disfruta.

—Bienvenido sea el aprendizaje, entonces, y el mensaje que uno también desde este lugar puede transmitir.

—Totalmente.

—¿Tu mujer y tus hijas qué te dicen?

—Pensé en mi mujer y en mis hijas cuando los vi (los videos). Mi señora sabe, porque vive conmigo. Son 12 años de una mujer que me supo entender. Después de esto le dije “¿sabés qué? Qué feliz estoy de haberte encontrado”. Porque con una cabeza, una mirada, sin un reproche, me hizo ver solo con la mirada que tengo que ponerme los pantalones largos.

Fuente: Infobae