Se trata de un gobierno tal vez más equilibrado que el anterior con presencia de las diferentes corrientes dentro del macronismo pero sin cambios en los principales puestos. Entre ministros, ministros delegados y secretarios de Estado, el nuevo gobierno cuenta con 21 hombres y 20 mujeres.
Las tres ministras que perdieron en las elecciones legislativas de junio pasado han sido reemplazadas, entre ellas la de la Transición ecológica, Amélie de Montchalin, sustituida por Christophe Béchu. Muy cercano al ex primer ministro Edouard Philippe y miembro del partido de centro derecha, Horizons, Béchu no tiene ninguna experiencia en los dossieres ecologistas.
El médico de urgencias, François Braun, es el nuevo ministro de Sanidad en reemplazo de Brigitte Bourguignon, que también perdió su puesto de diputada.
Otro de los cambios a destacar es la del mediático Olivier Véran que estuvo al frente del ministerio de Sanidad durante la pandemia de coronavirus, muy entrenado durante ese periodo a las ruedas de prensa diarias, y después de un paso rápido por el ministerio de relaciones con el Parlamento, será el nuevo portavoz del gobierno.
Franck Riester, del ala más derechista del macronismo, se va a encargar del ministerio de las relaciones con el Parlamento, un rol especialmente importante puesto que el gobierno necesitará el apoyo ms que nunca de diputados de otros horizontes políticos porque no tiene la mayoría absoluta en la asamblea nacional.
Damien Abad abandona finalmente el gobierno. La presencia del ya ex ministro de solidaridad se había vuelto insoportable ya que está siendo investigado por intento de violación. Chrysoula Zacharopoulou conserva, sin embargo, su puesto en la Secretaría de Desarrollo y Francofonía, a pesar de que esté acusada de violaciones presuntamente perpetradas durante el ejercicio de su profesión de ginecóloga.
Ya con la configuración del nuevo gobierno echa a andar por fin el segundo mandato de Emmanuel Macron, casi dos meses y medio después de su reelección y con unas elecciones legislativas de por medio. El objetivo más inmediato: una ley sobre el poder adquisitivo en tiempos donde los precios se han disparado. Hay varios desafíos como la reforma de las jubilaciones, el aumento de los contagios de coronavirus y la guerra en Ucrania.
Se espera que el miércoles, la primera ministra Elisabeth Borne, pronuncie un discurso de política general si bien, aún no está claro, si se someterá al voto de confianza del Parlamento.
Fuente: AFP
