En estado de ebullición por la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner, el PJ santafesino y rosarino mantienen activa la maquinaria partidaria ante lo que leen como una disputa que excede a la figura de la vicepresidenta y que tiene como verdadero objetivo al justicialismo.
“Más allá del nombre de Cristina acá hay una fuerte embestida contra el peronismo. Estos sectores no entienden la historia argentina: el peronismo sufrió golpes, dictaduras, desapariciones y va a seguir. Es imposible cortar con él”, dijo a La Capital el presidente del PJ santafesino, Ricardo Olivera.
En tanto, el presidente del PJ rosarino, Germán Martínez, planteó: “En el justicialismo podemos tener miradas distintas sobre algunos temas, pero como dijo la propia Cristina esto es un intento de impugnación a todo el peronismo”.
Al igual que en otros puntos del país, en Santa Fe el pedido de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola de doce años de prisión para Cristina por considerarla la jefa de una asociación ilícita montada alrededor de la obra pública en Santa Cruz y el propio alegato político de la vicepresidenta en redes sociales el peronismo sacudieron tanto a la militancia como a la dirigencia partidaria.
En este sentido proliferaron convocatorias motorizadas por las estructuras orgánicas pero también por los distintos espacios y agrupaciones que nuclean al grueso de la militancia.
El jueves pasado, diversos sectores del peronismo se movilizaron en la capital provincial hacia los tribunales federales y en Rosario se sumaron a la ronda de las Madres de Plaza 25 de Mayo.
El viernes se reunió la departamental Rosario del PJ. Participaron del encuentro, además de Martínez, Olivera y otros dirigentes provinciales como la concejala rosarina Norma López, integrante de La Corriente al igual que el jefe del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, y Eduardo Toniolli, diputado nacional y referente del Movimiento Evita.
En tanto, el lunes se reunió la mesa chica del PJ provincial, en la que representantes de las distintas tribus acordaron un documento y continuar con la movilización. Se conectaron además de López y Toniolli, el senador provincial Alcides Calvo, de Hacemos Santa Fe; la concejala Marina Magnani, de La Cámpora; la ministra Silvina Frana, del bielsismo; el senador provincial Rubén Pirola, del NES, la dirigente Mery Criado, del espacio de la ex senadora María de los Angeles Sacnun y el diputado provincial Luis Rubeo.
Martínez señaló que ya activaron las dos definiciones que tomó el partido el viernes: reunirse con referentes de los partidos políticos que integran el Frente de Todos y juntarse con los intendentes y presidentes comunales peronistas del departamento.
“Además, la idea es trabajar muy articuladamente con lo defina el consejo nacional”, dijo Martínez.
Esa instancia, encabezada el miércoles a la noche por Alberto Fernández, también presidente nacional del PJ, expresó la solidaridad del Frente de Todos con la titular del Senado por “el hostigamiento y la persecución política, judicial y mediática contra su persona y su familia”, en medio de un proceso judicial que consideran “viciado, con ausencia de pruebas, parcialidad por parte del tribunal y vulneración del principio de inocencia”.
Si bien la conducción del peronismo mantuvo el estado de “alerta y movilización” aún no convocó una marcha para expresar apoyo en la calle a la vicepresidenta. Sí decidió alentar las distintas movidas que se organizan en distintos puntos del país y volver a reunirse el 9 de septiembre en Santiago del Estero.
Por su lado, la mesa política del PJ decidió empezar una recorrida por las distintas departamentales. La primera parada será en Avellaneda. En quince o veinte días una delegación irá a acompañar a los dirigentes que enfrentan en la tierra de Vicentin una parada brava. El domingo pasado la lista de Juntos por el Cambio obtuvo 72% en las Paso para intendente y todo indica que en las generales del 16 de octubre se confirmarán los mismos resultados.
Lo cierto es que en un momento donde el peronismo santafesino viene atravesado por debates ásperos -como la política del gobierno provincial hacia las paritarias de los trabajadores estatales- la situación de Cristina permite, al menos por ahora, que todos cierren filas. “Veníamos con dificultades, pero esto sirvió para cohesionar al colectivo. Nos costó, pero volvimos a juntarnos”, señaló Olivera.
Fuente: LaCapital
