Al igual que los adultos, los jóvenes de entre 12 y 17 años tendrán que llevar encima el pase sanitario, el famoso código QR, que ya se ha impuesto en la vida cotidiana de los franceses como quien sale con la cartera o las llaves de casa.
Un código que se obtiene cuando se tiene la pauta completa de la vacunación, un test negativo de al menos 72 horas o el certificado de haberse curado del Covid.
En su estrategia para incitar a la vacunación, hay que saber que a partir del 15 de octubre, los tests de antígenos o PCRs, hasta ahora gratis, serán de pago, aunque el gobierno quiere mantener su gratuidad para los menores.
La medida concierne a 5 millones de niños. Y deberán presentarlo si quieren ir a lugares públicos como cines, restaurantes, piscinas, salas de deporte. “Esta regla no se aplica cuando el deporte se hace dentro de los centros escolares”, puntualiza el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, ya que el pase sanitario no es obligatorio para asistir a clase en las escuelas.
Destacar que el 64% de los niños de entre 12-17 años ya han recibido las dos dosis de la vacuna. El 72% ya ha recibido la primera, quedan pues cerca de 1 millón 400.000 menores sin vacunar.
Fuente: AFP