Pasaron 11 años del asesinato de Marianela Brondino, la joven que el 28 de abril de 2010 iba en su bicicleta y fue abordada por delincuentes a bordo de una moto que quisieron robarle la mochila. A raíz del ataque, cayó y golpeó su cabeza contra el cordón. Luego de cinco días de agonía en el Hospital José María Cullen, fallecía a los 25 años.
Hoy los dos delincuentes, uno menor de edad en el momento del delito, están condenados y detenidos. Pero no fue una tarea sencilla, la causa comenzó como NN y fue Graciela Brondino, la mamá de Marianela, quien se puso la investigación al hombro hasta lograr primero que no se archive en el proceso de traslado del viejo al nuevo sistema procesal penal y luego dar con la identificación de los culpables.
El licenciado en comunicación social y camarógrafo de Veo Noticias, Guido Póvolo, realizó un trabajo audiovisual y plasmó la incansable lucha de Graciela en la búsqueda de justicia por su hija. "Un día a la vez" se estrenará el 15 de octubre en el auditorio del Museo de la Constitución.
El realizador comentó que el documental es parte de su tesis de grado, sin embargo, agregó que "comenzó mucho antes de ser un trabajo de tesis, comenzó como un trabajo diario de los periodistas, de movileros que estamos día a día en la calle cubriendo un montón de problemáticas. Me sentí interpelado por la historia de Graciela, por su vida, por lo que ha hechos estaos años y pensé que esto no puede acá, tiene que convertirse en una película porque la historia de Graciela, catalina Narváez y otros integrantes de la Asociación (refiere a la asociación de Familiares de Víctima de la Inseguridad) son héroes que deben ser reconocidos".
En tanto, Graciela expresó que la película "representa un reconocimiento, una caricia en el alma después de tanta lucha pero también me produce mucha alegría que una persona joven se interese por nuestra problemática, necesitamos jóvenes así, que se pongan al hombro la problemática y que intenten que se visibilice".
El día del estreno de también se podrá visitar una muestra de las pinturas de Graciela Borndino y fotografías que Guido Póvolo capturó durante la producción del documental.
