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31 de enero de 2020


Los trabajadores de la clínica Sagrada Familia -ubicada en Rivadavia 3129- se llevaron una amarga sorpresa en la mañana de este viernes cuando quisieron ingresar a su lugar de trabajo y no les fue permitido. Es que, sin previo aviso, las autoridades del centro de salud decidieron cerrarlo, dejando sin trabajo a unas 52 familias.

Se vivieron momentos de tensión cuando los trabajadores ingresaron a la fuerza al establecimiento.

El secretario de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, manifestó que "fue sorpresivo porque no hubo anoticiamiento que que se iba a proceder de esta manera".

Desde el Ministerio de Trabajo intimaron a una audiencia a las 14.