Con una nueva manifestación colectiva en varios puntos del país, estudiantes especialmente, docentes, no docentes, sindicalistas, ciudadanos en general salieron nuevamente a las calles como el 23 de abril para defender la educación pública y gratuita que se brinda desde las universidades.
Con distintas columnas que confluían en un acto central en el Molino Fábrica Cultural, los testimonios de los participantes, mayoría de ellos estudiantes o egresados universitarios, fueron ilustrando y dando forma al mensaje de este día.
Veo Noticias recopiló varias declaraciones, cada una de ellas con sus matices e ideas principales:
Bandera y orgullo: “Queremos decirle no al veto de Javier Milei, con actualización de salario y partidas, que no se vete y que si se hace, que los diputados lleguen a los votos para que la ley salga, es un momento crítico. La universidad pública es una bandera de las más importantes que nos da orgullo como país, es modalidad ascendente, soy la primera generación universitaria y no quiero ser la última, por eso esto es por los que vinieron y los que vendrán”.
Es un derecho: “La educación pública es un derecho, se atenta contra que cientos de miles sigamos con nuestras trayectorias. Soy egresada de esta casa de estudios hace una semana. De otro modo no habría hijos de clases trabajadoras que accedamos a la universidad, permanezcamos y egresemos. De otro modo no hubiera podido cursar y recibirme. La universidad es también para los sectores populares”.
No es servicio: “Se intenta promover un discurso de la universidad como un servicio esencial, no lo es, es un derecho, ingresar y permanecer, los hijos e hijas de trabajadores que estén. Sin la universidad pública no hubiera podido estudiar una carrera”.
Desde el interior: “Seguimos defendiendo a la universidad una vez más, al gobierno de Milei no le interesa la educación pública, es un equilibrio fiscal falso que no se ve en los bolsillos de la gente. La sociedad argentina está atravesada por la universidad, pública o no. Soy primera generación de familiares, y del interior, venimos de afuera y construimos una vida en una nueva ciudad. Este es un intento explícito de eliminarla del mapa”.
Es equiparadora: “La defiendo porque la universidad es equiparadora de derechos. Soy hijo de gente que no terminó la secundaria y nieto de quienes no pudieron completar la primaria. En 1949 Perón eliminó los aranceles y desde allí esto es igualitario. No al veto, y que reconozca el gobierno nacional que la universidad está en crisis económica, pero las becas y el Conicet son importantes para el país”.
Hay que reivindicarla: “No deberíamos estar cuestionado por qué esto y por qué lo otro, sino reivindicarla. La defendemos como corresponde, sin la universidad pública sería imposible, ya es difícil por los apuntes y transporte pero si no, sería inviable estudiar una carrera”.
Mirada gremial: “Más del 60% de la planta docente y no docente están por debajo de la línea de la pobreza. Es fundamental que todos organizados, CGT, CTA, organizaciones sociales, vayamos a resistir hasta que vuelva un gobierno popular que defienda a la justicia social”.
