Desde el sábado pasado, los bares y restaurante de la ciudad de Rosario fueron habilitados a abrir sus puertas hasta las 19.30. Después de esa hora, solo podrán trabajar con el servicio take away.
Esta decisión, y la posibilidad de que se aplique en la capital provincial, trajo preocupación a los locales gastronómicos quienes recalcaron la crisis que atraviesa el sector desde hace meses. "Ojalá no suceda porque sería un golpe muy duro volver a retroceder como sucedió en Rosario", expresó Agustín Macinsky en diálogo con Par de Ases.
El representante de la Cámara de Bares y Restaurantes de Santa Fe agregó que "desde el comienzo de la pandemia venimos haciendo un trabajo con el municipio y las entidades para reforzar los protocolos y que se cumplan, tanto los empresarios como los clientes. Es un momento en que todos tenemos que ser responsables y tener conciencia con todo lo que está pasando". Asimismo indicó que "con esta crisis se hace muy difícil ser rentable, por eso lo que se trata es de cubrir los gastos y mantener los puestos de trabajo".
"Consideramos, viendo la situación en la que estamos en un contexto de crisis, retroceder sería algo muy difícil de afrontar para muchas empresas. Hasta el último relevamiento, hay alrededor de 20 cierres de establecimientos en la ciudad de Santa Fe", concluyó.
