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La recesión ensombrece las perspectivas económicas mundiales

La recesión afectará a uno de cada tres países, advirtió el domingo 1 de enero Kristalina Georgevia, directora del FMI

02 de enero de 2023


Las malas noticias de principios de año no son ninguna sorpresa. Desde hace al menos seis meses, los economistas auguran lo peor para 2023. No más del 2% de crecimiento para todo el Planeta, según el Banco Mundial. Este pronóstico pesimista ha sido retransmitido incluso por estrellas como la rapera estadounidense Cardi B, que lleva hablando de ello en su cuenta de Twitter desde junio. Las causas de esta contracción están bien identificadas: en primer lugar, está la guerra en Ucrania. La presión sobre los suministros, y por tanto sobre los precios de la energía, podría aumentar, especialmente en Europa. Uno de cada dos países europeos entrará en recesión este año, según el FMI. Otra causa importante es la inflación, que sigue siendo muy alta, demasiado. Ha empujado a los bancos centrales a subir los tipos de interés para mantener bajos los precios. Pero cuando el coste del dinero sube, desincentiva la inversión y el consumo, por lo que el crecimiento se estanca. Por último, está China. Su política anticovid ha paralizado la actividad en 2022.

¿Es inevitable este escenario de recesión?
No necesariamente para Estados Unidos. En junio, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, respondió a Cardi B en Twitter con un mordaz desmentido. En diciembre, siguió dando largas, refiriéndose a un mero "riesgo" de recesión. Es de todos modos su papel: debe tranquilizar a los inversores y a los consumidores estadounidenses. También es cierto que la mayor economía del mundo está mejor preparada para evitar la recesión. Pero la historia reciente, que Janet Yellen conoce mejor que nadie, nos recuerda algunas pautas casi ineludibles. En Estados Unidos, cada vez que la inflación ha superado el 5% -y superó el 8% el año pasado-, el endurecimiento de los tipos puesto en marcha para erradicarla ha desembocado en una recesión. Otra pista histórica: desde 1945, siempre que los tipos a corto plazo son más altos que los tipos a largo plazo, es decir, cuando el dinero es más caro a corto plazo que a largo plazo porque los operadores temen una recesión, ésta se produce al año siguiente. La inversión de la curva de rendimientos es visible en estos momentos en Estados Unidos, al igual que en Europa.

¿Qué señales estamos viendo en las noticias económicas que apoyan esta tesis de la recesión?
La industria de artículos de lujo, el sector más impermeable a las crisis porque abastece a los ultrarricos, prevé una erosión de la demanda en 2023, lo que constituye una señal de alarma de desaceleración. Otra señal es que las empresas estadounidenses están contratando de forma interina por temor a una recesión. El mercado inmobiliario estadounidense está en declive y los hogares posponen las grandes compras de coches y electrodomésticos. Pero también hay indicadores que nos hacen ser más optimistas. La inflación lleva cinco meses desacelerándose en EE.UU. y seguirá haciéndolo en 2023. China ha abandonado su política de cero covid, que podría precipitar una crisis sanitaria pero también desencadenar una rápida recuperación económica. Por último, aunque la inflación de 2022 fue grave y mermó el poder adquisitivo de los hogares, incluso en los países ricos, la solidez del empleo y del ahorro hace que estos países sean más resistentes a las recesiones económicas.

 

Fuente:  RFI