En Australia, una profunda amistad surgió en el mar. Es que un buzo intentó acariciar a un tiburón y logró establecer un vínculo íntimo, lo que inició un lazo amistoso que ya lleva 10 años. La historia de Rick Anderson, un profesional que tiene más de 20 años de experiencia, se conoció a través de Instagram y recorrió el mundo.
Luego de ganarse su confianza, cada vez que Rick ingresaba al mar, Ruby se acercaba para recibir cariño. Así, consolidaron una amistad de más de una década. “Nadaba hacía mí, jugaba entre mis piernas y esperaba el momento en que extendía los brazos para recibir un abrazo”, expresó el buzo
Sus colegas no pueden creerlo
Otros buzos, y también personas ajenas a la disciplina, no logran creer la amistad entre Rick y Ruby: “La mayoría de los buzos que ven esta interacción por primera vez no pueden creerlo. No le doy de comer a ella ni a ninguno de los otros tiburones con los que juego. Los trato con respeto y amor, al igual que haría con un perro”, detalló el buzo.