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Fuertes reacciones en Europa tras el desvío de un avión en Bielorrusia

Un Boeing 737 de Ryanair que despegó de Atenas con destino a Vilna (Lituania) se vio obligado a aterrizar en Minsk

24 de mayo de 2021


Entre los pasajeros del vuelo desviado estaba Roman Protasevich, un bloguero bielorruso que está en busca y captura desde las protestas del año pasado contra la supuesta reelección fraudulenta de Lukashenko en agosto de 2020. Fue detenido a su llegada a la capital bielorrusa.

Los mandatarios de los países de la Unión Europea (UE) discutirán sobre un endurecimiento de su régimen de sanciones contra Bielorrusia el lunes, después que Minsk desviara un avión de pasajeros y detuviera a un opositor.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, "planteará la cuestión del aterrizaje forzoso del vuelo de Ryanair en Minsk" y "se discutirán las consecuencias y posibles sanciones", según un portavoz de esta institución europea.

Bruselas decidió prorrogar hasta el 28 de febrero de 2022 las sanciones impuestas al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y a otros responsables del régimen por la represión de las protestas contra su reelección en 2020.

Lo que ocurrió durante el vuelo aún no está claro. Se han escuchado rumores de explosivos a bordo o también un conflicto entre algunos pasajeros y la tripulación, o misteriosos viajeros que exigían un aterrizaje de emergencia en Minsk.

Estos rumores son desmentidos por el testimonio de un viajero francés, contactado por Stefanie Schüler, del servicio internacional de RFI, justo después de aterrizar en Vilna, la capital de Litunia, en el vuelo de Ryanair interceptado por Bielorrusia.

Arthur Six volvía de un fin de semana en Grecia y su viaje desde Atenas incluyía una escala en Vilna antes de llegar a París. Six contó a RFI que el viaje transcurría sin problemas y sin ningún incidente o altercación dentro del avión, hasta que el piloto hizo anunció el desvío.

Según Six, que agrega no haber visto ningún avión de combate bielorruso, el ambiente dentro del avión era normal, y que el opositor bielorruso, Roman Protasevich, no fue arrestado dentro del avión sino que desembarcó como los demás pasajeros.

"El capitán hizo un anuncio, diciendo que había recibido una orden y que íbamos a tener que aterrizar en el aeropuerto más cercano posible. Resultó ser el aeropuerto de Minsk. La gente estaba bastante tranquila, sólo había una persona que en pánico y resultó ser el periodista bielorruso, sentado a dos filas de mí”, dijo Six a RFI. “Cuando se enteró de que íbamos a aterrizar en Minsk, se puso muy nervioso. Empezó a gritar, pero en su idioma. No podía entender lo que decía. Un comisario de vuelo intentaba calmarlo. [Cuando aterrizamos] nos quedamos en el avión y vimos que había bomberos, [policías], militares alrededor del avión. La gente salió del avión, de cuatro en cuatro, con perros olfateando las maletas. Él [Protasevich] salió del avión como todo el mundo, luego fueron por él y registraron todas sus maletas. Había dos autobuses para llevarnos de vuelta al aeropuerto. [Protasevich] iba en mi autobús, acompañado por un policía. Hicimos cola para pasar por seguridad y lo llevaron a una sala abierta. Nosotros no podíamos salir. Lo volví a ver en ese momento acompañado por varios policías, y no sé a dónde fueron con él”.

Irlanda y Francia calificaron de "piratería" de Estado el desvío del avión. "Se trata de piratería aérea, apoyada por el Estado", declaró Coveney a la radiotelevisión pública irlandesa RTE.

"No podemos permitir que este incidente se produzca con advertencias o comunicados duros de prensa" como respuesta, agregó el responsable irlandés, que pidió "sanciones".

En la misma línea, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, consideró que este "acto de piratería de Estado (...) no puede quedar impune".

En declaraciones a la radio RMC, Beaune sugirió que se prohíba sobrevolar el espacio aéreo bielorruso, lo que supondría "menos ingresos para el régimen bielorruso" al perder una "parte de las tasas aéreas" abonadas al país.

Por su parte la diplomacia rusa se dijo este lunes sorprendida por las acusaciones occidentales contra Bielorrusia.

"Es sorprendente que Occidente considere que el incidente en el espacio aéreo ruso de Bielorrusia sea sorprendente", aseguró en Facebook la portavoz del ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, subrayando que los países occidentales han sido culpables en el pasado de "secuestros, aterrizajes forzosos y detenciones ilegales".

 

Fuente:  RFI