Un mes y 13 días después de lo pautado inicialmente, el tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce finalmente tiene fecha. Este miércoles a las 10.30 Nicolás Pachelo y dos ex vigiladores del country Carmel, donde mataron a la socióloga el 27 de octubre de 2002, se sentarán en el banquillo de los acusados para comenzar a ser juzgados por el asesinato que, según la teoría de la fiscalía, se dio en el marco de un robo en la casa de la víctima.
El juicio será en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro y comenzará sin haberse resuelto el pleito entre los jueces y los fiscales, quienes habían recusado a los magistrados por su presunta “pérdida de imparcialidad” y que pidieron una serie de nulidades para que no se haga el debate con el trinomio del TOC 4.
Pachelo es el único de los imputados que está detenido: permanece preso desde 2018 acusado por una serie de robos y hurtos en countries y será enjuiciado por esos delitos por este mismo tribunal una vez que finalice este juicio.
En tanto, Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), ex vigiladores del barrio cerrado de Pilar donde ocurrió el crimen, llegan en libertad. A los tres les endilgan los delitos de “robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado”, que prevén prisión perpetua.
Tras la absolución de Carlos Carrascosa se encargó que se investigue una nueva línea que lleve a los asesinos de García Belsunce. La fallecida fiscal María Inés Domínguez y el fiscal Quintana lideraron esa misión y así decidieron acusar a Pachelo y los ex vigiladores.
Según la hipótesis de la fiscalía, ese 27 de octubre de 2002 los acusados que entraron a robar en la casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce cuando no había nadie, pero en el medio del asalto llegó María Marta y la mataron cuando los descubrió.
El robo fue el móvil del crimen y está probado por el faltante de un cofre metálico de la asociación benéfica “Amigos del Pilar” donde la víctima era tesorera y que ella guardaba en su casa de Carmel con dinero, tres chequeras y la llave de una caja de seguridad.
La clave de la imputación fue la nueva hora del asesinato, fijada por un forense a las 18.30 y que ese día se ubicó a Pachelo en Carmel entre las 17.34 y las 18.59, es decir que se retiró 29 minutos después de cometido el homicidio.
Este tercer juicio estaba pautado para el 1° de junio pasado pero sufrió dilaciones. Primero, uno de los jueces se contagió de COVID-19 y se suspendió; y luego durante la audiencia del 8 de junio paso, que se hizo para fijar una nueva fecha, se dieron acaloradas discusiones: desde la Fiscalía se propuso que sea un jurado popular quien juzgue a Pachelo y a los dos ex vigiladores pero el defensor del vecino se negó.
Según reconstruyeron en ese entonces fuentes del caso a Infobae, “a Pachelo no le conviene” dijo Roberto Ribas, a cargo de la defensa del vecino cuando le explicaron los fiscales que la Ley de juicio por jurados “podía ser más beneficiosa” para su cliente, ya que requiere unanimidad de los 12 personas y deja al tribunal fuera de la decisión de culpabilidad o inocencia; el defensor. Sin pedir tiempo para consultarlo con su defendido, dijo: “Lo van a linchar”.
Lo cierto es que el fin de esa audiencia del 8 de junio pasado fue sin fecha. Incluso, se esperaba que el nuevo inicio de juicio se diera una vez que la Cámara de Casación resolviera sobre los planteos de los fiscales Andrés Quintana, Matías López Vidal y Federico González, junto a los adjuntos Patricio Ferrari, y a Diego Callegari; con quienes el Fiscal General de San Isidro, John Broyad reforzó el equipo. Pero no fue así.
Fuente: Infobae
