El ICASFe de marzo se ubicó en 160,9 puntos, presentando una variación mensual de 0,7% respecto al mes de febrero de 2021. La tasa interanual de la actividad económica provincial (mar 2021/mar 2020) fue de 6,2%.
Por consiguiente, el incremento acumulado para el primer trimestre del año se estima en 1,4%, una cifra similar a la obtenida en el último trimestre de 2020.
En relación a las variables consideradas para definir el ciclo económico santafesino, en marzo nueve obtuvieron variaciones mensuales positivas, dos una variación nula, y las tres restantes disminuyeron.
La molienda de oleaginosas continúa recuperando parte de la caída registrada durante 2020, con incrementos del 3,0 y 16,0%, mensual e interanual respectivamente. También la faena de ganado bovino y porcino creció en marzo, con una tasa mensual del 2,6%, aunque continúa en terreno negativo en la comparación interanual (-8,3%). En cuanto a la producción láctea, las tasas fueron de -0,2 y 4,2%, respectivamente. En este marco, el consumo de hidrocarburos para la agroindustria y el transporte obtuvo alzas del 2,0% mensual, y del 4,6% interanual.
La serie representativa de demanda laboral se ubicó en el podio de la tabla de variaciones mensuales, con una tasa del 9,7%, lo cual la posicionó un 56,3% por encima del nivel de marzo de 2020. Se vuelve a remarcar que el indicador se encuentra en niveles históricos muy bajos, sobre todo comparando la situación previa a la recesión de 2018. Los puestos de trabajo registrados (altas netas) mejoraron levemente en marzo (+0,4%), mostrando una variación interanual prácticamente nula. En particular en marzo, el conjunto de remuneraciones reales de dicho sector, presentó una mejora del 1,1%, pero su resultado interanual sigue en baja (-2,5%). Las ventas en supermercados (grandes superficies), registraron una tasa tanto mensual como interanual del 1,0%.
Síntesis y perspectivas
El primer trimestre de 2021 aceleró la recuperación interanual del índice coincidente, alcanzando una cifra de 6,2%. La mejora resultante se vio intensificada por la base de comparación, en proximidad al valle de abril de 2020. También
cabe destacar que durante el último mes de marzo hubo mayor flexibilidad comercial y de movilidad para circular – aunque la misma se discontinuó durante los meses subsiguientes –.
En este sentido se registraron mejoras en los indicadores relativos al sector manufacturero en general y a la agroindustria en particular, y se visualizó una mejor perspectiva en relación a la demanda laboral. Por otro lado, a pesar de la aceleración del índice inflacionario, se registró puntualmente un leve incremento del conjunto de remuneraciones reales y de las ventas en supermercados.
Sin embargo, desde un ángulo menos coyuntural, la situación sigue siendo preocupante. El nivel de actividad se mantiene 11,3 puntos por debajo de los registros de 2018 y Argentina atraviesa su décimo año consecutivo de estancamiento en un contexto de fragilidad respecto a la situación sanitaria. En este sentido, se vuelve a remarcar la necesidad de contar con un plan económico nacional, que aliente el desarrollo de los sectores que puedan sostener la actividad, y promuevan inversiones. Al mismo tiempo, resulta fundamental estructurar una estrategia sólida para atender las dificultades que atraviesan los aglomerados urbanos en cuanto al desempleo y a la situación socioeconómica en general.
