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A un año de su muerte, la familia de Solana Bauza pide justicia

19 de marzo de 2019


María Solana Bauza había ido a Perú no sólo a conocer uno de los paisajes más hermosos de América Latina, sino a seguir ofreciéndose por los demás, como siempre hacía.

El 27 de Enero del año pasado la joven de 21 años partió rumbo a Machu Picchu para trabajar como voluntaria en el hospital de Piura, en el norte de ese país incaico. Fotógrafa y estudiante de Psicología cuidaba a pacientes sin familia y estaba atenta a la gran cantidad de personas con distintas discapacidades que esa región tiene.

Luego de llevar adelante su tarea y de que todo termine en éxito, Solana junto con otras amigas contrató un viaje hacia las ruinas incaicas. Pero al regresar a Cuzco, una piedra que cayó de la montaña pegó de lleno y aplastó literalmente la combi, trayendo como consecuencia la muerte de la jovencita corondina quien fue llevada al hospital más próximo pero nada pudo hacerse.

Hoy se cumple exactamente un año de aquella tragedia. La dulce voz de Solana sigue resonando en los espacios que compartía con sus familiares y amigos pero hay una situación que está pendiente todavía: la causa por el accidente fue archivada, nadie se hizo cargo de la negligencia que implicaba llevar contingentes de todos modos a esa zona de paso obligado sólo por recaudar y mantener el turismo… A los encargados de las empresas que contratan viajes, a las autoridades del Cuzco les interesó siempre recaudar, y no extrañaría en lo más mínimo que la tragedia de Solana -como la existencia de tantos accidentes y derrumbes- haya sido ocultada bajo un manto de impunidad tan grande que ningún reclamo hecho desde la familia corondina fue oído y es más, todo está archivado como si nada hubiera pasado a pesar de que el mismo Consulado argentino recomendó acciones y profesionales para seguir tramitando en el Perú.

En este día tan triste y especial, un video fue impulsado en las redes sociales por sus seres queridos, en recordación al primer aniversario de la muerte de la joven. Es duro, pero es real y muestra que para muchos el dinero vale más que una vida…

En ese video, la misma María Solana Bauza viene relatando lo que tuvo que soportar en la ida al viaje del cual no regresaría pero en un accidente que era 100% evitable, simplemente cerrando el paso ante tantos derrumbes y buscando alternativas. Pero ni siquiera se alertaba sobre el riesgo que implicaba llegar a ese sitio… no vaya a ser cosa que la gente se asustara y no comprara más las excursiones. Vergonzoso e indignante por donde se lo mire.

Solana decía: “Nunca pensé tener que pasar por todo esto. Ay qué lindo el Machu Picchu. Sí pero tendría que estar cerrado esto. No se puede. Hoy hubo tres derrumbes cuando estaba viniendo. Así que estoy caminando desde la una de la tarde, acabo de llegar, llorando, embarrada, enojada, tuvimos que pasar los tres derrumbes, no entiendo cómo caminé tanto, estoy llena de ampollas, y ahora voy a bajar a comer algo, me acabo de bañar” decía la solidaria muchachita.

“Otro derrumbe a una hora de llegar a HIdroeléctrica. Tremendo derrumbe. Hay como cuatro horas para llegar… y caminando” se quejaba. Este testimonio evidencia que los aludes o los desprendimientos eran moneda corriente y aún así los pasos seguían abiertos.

No les importó la muerte de Solana, no les importa nada, sólo lucrar, como sea. Sería hora de que se difunda tanto, que la gente evite como destino turístico el Machu Picchu hasta que alguien asegure y demuestre que un viaje de placer, de conocimiento, de solidaridad, no termine configurando el fin de una vida.

Nosotros, en Coronda, seguimos recordando a una joven llena de virtudes y de energía positiva. No por nada su nombre ya la pintaba de cuerpo entero: solana significa lugar donde el sol da de lleno… Brillo y luz, para siempre.

Es un día muy triste, sí, pero es el momento preciso en el cual seguir reclamando para que la vida no valga más que unos boletos de paseo.

Fuente: Periódico Corondino