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Otra grave denuncia de abuso sexual a una joven en Coronda

07 de abril de 2021


Otra joven de nuestra ciudad dio cuenta de un testimonio de abuso sexual ocurrido en la ciudad tiempo atrás. El caso conocido de Luana Morante parece haber sido un disparador para que otras chicas de la ciudad se animen a exponen lo sufrido.

Es el caso de Melisa Lemaire quién relató que «llevo tiempo dándole vueltas a esto, tratando de poner en palabras todo lo que siento y me guardo. Gracias a todas las mujeres que hoy están rompiendo el silencio y haciendo público algo duele tanto es que hoy tengo las fuerzas de gritar lo que viví, el miedo y la culpa que siento de qué otra mujer pase por lo mismo me inunda y hace necesario en mi tener que contarlo».

El resto del relato:

En 25 de diciembre de 2019 S.M. abuso sexualmente de mí. Yo lo conocí por ser hermano de quien entonces era amiga mía, hablamos por mensajes y quedamos en vernos, él me busco y fuimos hasta la esquina de calle Belgrano y Almafuerte, me dijo que fuéramos a la vuelta y lo seguí, entramos por un pasillo a lo que son los baños de una panadería (cosa que me enteraría al entrar) al llegar ahí yo me sentí incómoda le dije que no daba estar ahí y que mejor saliéramos.

El comenzó a besarme bruscamente y morderme a lo que yo le digo que me estaba haciendo mal y que mejor nos fuéramos de ahí, el me responde » no pasa nada» y cierra con llave la puerta. A partir de ahí comencé a tener miedo, el vuelve a donde yo estaba y empieza a tocarme, yo le digo que no quiero, que no había ido a eso que me dejara y abriera, el seguía respondiendo » no pasa nada, no pasa nada» yo lo alejo y le sigo diciendo que no quiero, el me gira y me empuja contra el lavamanos, mientras comienza bajarme la ropa. yo estaba asustada pero sobre todo confundida, no entendía como había llegado a estar en esa situación, no podía comprender porque no me escuchaba, porque a pesar de que no quisiera el seguía insistiendo.

Sigo gritándole que me deje y el sigue diciéndome que «no pasa nada», giro mi cabeza para ver si en la puerta seguía la llave para intentar irme , siempre diciéndole por favor que pare, que me lastimaba que yo NO quería.

En ese momento el me tira del pelo haciendo que mi vista quedé hacia el techo y me muerde fuerte el hombro, ahí sentí que nada de lo que hiciera iba a hacer que pare, que por más que pelee y que intenté hacer algo más para defenderme el iba a hacerme algo peor, dejé de rogar y permanecí ahí llena de miedo, impotencia y dolor esperando que al terminar me deje salir sin lastimarme aún más, el siguió empujándome contra el lavamanos y cuando termino me soltó, me dijo «vestite» como si yo solo fuera un objeto al que usas y tiras en la basura.

Se lavó las manos con toda la tranquilidad del mundo abrió la puerta y me dijo «no vayas a salir conmigo, espera un rato acá y después salí, yo busco la moto y te llevo» yo no podía entender lo que estaba viviendo, la forma en la que me miraba como si nada hubiera pasado, yo solo lo miraba con una mezcla horrible de asco y miedo, el se fue, cuando yo salí lo único que quería en ese momento era irme de ahí me sentía usada, rota, vulnerable, así que me fui lo más rápido que pude mientras pedía por favor no cruzármelo en el camino.

Al llegar a mi casa logré sentir un poco de tranquilidad, de seguridad y comencé a sentir el odio, agarre mi celular para escribirle que era una mierda de persona, que maldecía el día en el que confíe en el, ahí en ese momento vi que el había eliminado todos los mensajes que me había estado mandado quedando solo mis respuestas, como si así borrará lo que hizo, como si nada hubiera pasado.

No podía dejar de llorar y le escribí a mi amiga, después de hablar con ella y contarle todo lo que pasó ella me contuvo y me dijo de ir a la policía y denunciar, hasta ese momento a mi no se me había cruzado por la cabeza, le dije que no podía tenia miedo de él y de el que dirán de las demás personas, porque «yo fui hasta ahí» » yo había quedado de verme con el», sentía que no había nada que pudiera hacer, que no había nada que pudiera devolverme lo que ese día el rompió en mi, la confianza, las ganas de vivir, todo lo que yo era el se lo había llevado.

Si no fuera por mi amiga que me convenció y me acompañó en todo momento yo no habría podido denunciar, el miedo, la inseguridad, la sensación de no valer nada que se siente en ese momento es inexplicable. Todo lo que pasó después fue una tortura para mí, desde explicar todo lo que pasó con lujo de detalle por más que me rompía el alma contarlo, tener que haber estado un día internada con suero porque las pastillas que tenía que tomar para prevenir alguna enfermedad de transmisión sexual eran muy fuertes, tener miedo todo el tiempo aún estando en mi casa, contaste miedo de cruzármelo en la calle, tener ataques de pánico, no poder dormir sin soñar con lo que había pasado, es realmente difícil salir de todo eso, y agradezco infinitamente a mi familia y amigas de nunca dejarme sola porque no podría haber salido adelante si ellos, creo que estás personas son fundamentales para enfrentar todo esto.

El abuso sexual hace que pierdas toda la fuerza personal que te hace ser quien sos. Te olvidas de que sos algo más allá de lo que alguien un día decidió que fueras. Es algo que por más tiempo que pase, jamás se supera del todo, en mi caso siempre hay detonantes, palabras y olores que me hacen recordar esa noche. Conozco muy bien el dolor, culpa y asco que se siente.

Vivo en estado de alerta, aunque no se note. Pero ya no me quiero callar, por más dolor que me cause, quiero hablar para todos los que estén dispuestos a escuchar. Me cansé de los silencios.

Hablo por mí y hablo por todas a las que de alguna forma nos callaron, hablá, no importa cómo. Buscá a tus seres queridos, amigos, familia, a tu tiempo.

Buscá ayuda profesional, confiá en vos, pero sobre todo no sientas vergüenza y no tengas miedo. Denunciá pública y judicialmente cuando te sientas fuerte y segura como para hacerlo.

Debemos gritar, dejar de normalizar la violencia sexual, y acabar con todo esto. No necesitamos haber sido abusados para eso. Solo necesitamos empatía. Hoy hago esta publicación porque la justicia es muy lenta y no siempre llega a ser justa, para quien tenga dudas tengo la denuncia a disposición de quien la quiera ver.