La pandemia ha sido devastadora en el ánimo de la gente. No solo en Rosario, en la Argentina, sino alrededor del planeta. El coronavirus tomó por sorpresa al mundo a comienzos de año y hasta ahora lo mantiene en vilo. Los rebrotes que obligaron a tomar medidas restrictivas en Europa generaron enojo, angustia y más incertidumbre.
Las buenas noticias son escasas. Hasta ahora no hay tratamiento para la prevención y, ante la demora de las vacunas, tampoco prevención, salvo el distanciamiento social, el uso de tapabocas y la higiene de manos. También, en los casos en los que se da circulación del virus, el aislamiento, la cuarentena y la reducción de la movilidad pública.
Los problemas que han surgido en la experimentación con las vacunas de Johnson & Johnson y de Oxford, la que había despertado más esperanzas, obligaron a postergar la fecha de su distribución y por lo tanto causaron desazón. La llamada “nueva normalidad” también, convivir con el Covid-19 obligó a cambiar costumbres, algo nada fácil.
El símbolo de los nuevos tiempos es el barbijo. Acá, allá y en todas partes, los rostros aparecen cubiertos con el tapabocas que se ha erigido en uno de los elementos distintivos de la pandemia, por la eficacia que ha demostrado para evitar el contagio del coronavirus. Pasó de ser una novedad a una obligación y hoy es ya una sana costumbre.
Por eso, cuando el obstetra Samer Cheaib subió a su cuenta de Facebook el inesperado gesto que había tenido un recién nacido que había ayudado a traer al mundo, renació la esperanza. Y eso es lo que esperaban los usuarios de las redes sociales diseminados a lo largo y a lo ancho y lo celebraron efusivamente viralizando la imagen.
En la foto se puede ver al Cheaib con el bebé en brazos, pero eso no tenía nada de novedoso, es lo que hace en cada uno de los partos que tiene la bendición de atender. Lo encantador, y que encendió las expectativas de propios y extraños, fue que el pequeño aparece extendiendo su brazo y quitándole con la manita la mascarilla.
“Es la imagen perfecta del 2020”, aseguraron los medios que replicaron la foto tomada en la sala de partos del centro asistencial donde trabaja Cheabib, en Emiratos Árabes. “Todos queremos que sea una señal de que todos nos vamos a sacar la mascarilla”, escribió el médico en Facebook y elevó así la imagen a la categoría de ícono.
Fuente: La Capital
