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Juan Cabandié: “Cuidar el ambiente y fomentar el desarrollo, no son temas contrapuestos”

03 de septiembre de 2020


Ricardo Serruya entrevistó al Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Juan Cabandié. En una interesante charla el nieto recuperado y hoy integrante del gabinete nacional habló de la quema de pastizales que afecta nuestra zona y afirma que el desafío es unir producción con respeto al ambiente. Su relación con otros ministros que poseen miradas opuestas y la “licencia social” como mecanismo necesario a la hora de impulsar proyectos productivos son algunos de los temas abordados.

Recibiste un ministerio devaluado, con poca actividad ejecutada en los últimos cuatro años, con más labor de marketing que ambiental y siempre a la saga del ministerio de producción

Si, es cierto y también con falta de ejecución presupuestaria, con créditos internacionales que no se
ejecutaban que hubieran servido muchísimo hoy para solucionar problemas, con áreas de competencia que se le sacaron como el Sistema Federal de Manejo del Fuego. La verdad que es un ministerio con una tradición en los últimos cuatro años de hacer mucho diagnóstico y poca gestión pública así que deberemos encararlo de otra forma porque el tiempo actual nos demanda que tenemos que estar muy atrás para solucionar problemas, gestionar políticas públicas para modificar conciencias, promover experiencias de la ciudadanía -que hay muchas a lo largo del territorio-. Esas experiencias, desde el Ministerio, tenemos que contemplarlas y favorecerlas

Entre esos desafíos ¿está el de generar políticas socioambientales que permitan el desarrollo pero que a su vez no contamine ni enferme?

Es muy necesario unir cuidado del ambiente y fomentar el desarrollo, no son temas contrapuestos, al contrario, lo ambiental no es un obstáculo para el desarrollo es parte de la solución y unir esto es necesario porque estamos ante un planeta degradado, donde los eventos climáticos son la cara visible de lo que hace años se habla y que la ciencia determina q es el cambio climático (o el aumento de la temperatura del planeta). Es ante esa situación que debemos modificar estamos obligados a modificar practicas productivas y domésticas.

Lo que planteas necesita voluntad política, acciones que provengan desde el Estado. Resulta difícil de sostener si, mientras se dice esto el mismo gobierno apoya políticas extractivistas, apuesta a la producción agrícola veneno dependiente o a la minería contaminante a cielo abierto.

Lo que pasa es que somos una sociedad acostumbrada a contemplar los bienes naturales como recursos naturales y la explotación del hombre sobre los recursos naturales sin contemplar la sostenibilidad del planeta, de los ecosistemas, de la fauna, de la flora, que es algo característico desde la revolución industrial a la fecha. Afortunadamente y desde hace unas décadas ha tenido un giro en la conciencia de las personas que nació muy tímida en sectores focalizados y se fue extendiendo, logrando que hoy adquiera volumen de mayor magnitud en las personas en todo el mundo. Hoy tenemos la posibilidad de modificar esas practicas y encarar nuevos desafíos.

Insisto. Parece complicado si en el mismo gabinete coexisten este discurso con Gioja o Uñak apostando fuertemente a la minería a cielo abierto o Felipe Solá que fue el responsable de la introducción del cultivo transgénico en la Argentina

El punto es encontrar licencia social, que el emprendimiento productivo tenga apoyo de la comunidad, sino es imposible encarar cualquier proceso. No se puede extraer minera como hace 200 años o petróleo como lo extraía Mosconi. La sociedad ha cambiado, la tecnología ha avanzado y debemos incorporar esas herramientas para cuidar nuestro planeta, pero también porque en un mundo interrelacionado, nosotros tenemos compromisos asumidos ante Naciones Unidad que debemos cumplir y eso nos va permitir tener acceso al crédito, mantener nuestras carteras comerciales, y todo eso se hace modificando algunas cosas que antes teníamos como naturales y que lo ambiental pasaba a un segundo plano. Hoy lo ambiental está muy presente porque hasta incluso el sistema financiero para otorgar crédito, para desarrollar una unidad productiva establece criterios ambientales, sociales y normativos.

Europa está encabezando un proceso muy fuerte de sostenibilidad ambiental a partir del acuerdo de París y eso hace que socios comerciales -como lo es Argentina- tenga que adaptarse ante esas propuestas de sostener comercialmente esos lazos con países europeos. Cuando hablamos de glifosato decimos “miren que Alemania y Austria prohibieron el glifosato, Francia lo prohíbe el año que viene”, o sea, cuando pensamos en productividad tenemos que ver que el sistema financiero criterios ambientales y sociales y si una unidad productiva contradice esos principios es difícil el acceso al crédito.

Aun así no hay que olvidarse que los países en desarrollo somos acreedores ambientales porque tenemos un territorio que beneficia al mundo con nuestras cuencas forestales y los países centrales degradan al mundo y nos perjudican a nosotros.

Esa licencia social que marcaste para que se instalen unidades productivas no está en algunos lugares. Muchas comunidades como Loconpue, Esquel, Mendoza o Famatina -por solo nombrar algunas- ya han dicho que no a la minería a cielo abierto y los gobiernos siguen apostando a ellos. En diversos pueblos se ha planteado que cesen con las fumigaciones y no se los escucha. La gente quiere vivir bien pero no al precio de una contaminación escandalosa.

Y es lógico. El desafío es generar un proceso donde podemos incluir a todos y para eso necesitamos expandir la economía pero no hacerlo de cualquier manera. Es complejo avanzar contemplando la armonía de esas variables, porque también es cierto que uno de los problemas ambientales de la Argentina es la pobreza.

Nosotros estamos consustanciados en modificar la matriz energética. Asumimos el desafío de modificar y bajar la emanación de gases, pero es cierto también que tenemos que generar divisas. Europa está sentada en las sillas principales del FMI que nos otorgó un crédito en la administración macrista que saben que no podemos pagarlo, entonces, el enorme desafío es saber como vamos a conseguir los dólares para pagar la deuda sin contaminar.

Tenemos que conjugar esto, pero sin dudas el espacio inicial es tener conciencia de lo ambiental y modificar practicas productivas.

En nuestra zona los incendios en las islas y en otros lugares perjudica mucho la vida del ecosistema y la de millones de habitantes que respiran aire contaminado con humo. Las ciudades de Santa Fe y Rosario lo sufren, la quema de pastizales en diversos lugares es aberrante y viene sufriéndose desde hace meses. ¿No se puede hacer nada?

El Estado tiene niveles de competencia y de funciones. Estamos haciendo mucho pero para la solución definitiva hace falta la voluntad de la Justicia Federal que está en Paraná y el poder de policía que tiene la provincia de Entre Ríos.

Estamos hablando de 3 millones de hectáreas. Tenemos que saber que el problema de fondo es el sector ganadero que quema pastizales para el alimento de sus ganados que se traslada en barcazas desde el continente a las islas.

Sabemos también que algunas de esas quemas son intencionales para expulsar a los isleños. No tengo duda que hay una especulación frente a Rosario, Granadero Baigorria o San Lorenzo. Ahí está el sector productivo que comete un ecocidio.

El Estado nacional puede ir a apagar los incendios, como venimos haciendo, pero el tema está, no en apagarlo, sino que no se vuelva a prenderlo. Si la justicia pone presos a los imputados se acaba la joda.

Falta también control. Faltan inspectores.

Puede solucionarse con una tarea de cruce de información. Hoy resulta sencillo cruzar los mapas de temperatura con los catastros. De esa manera se puede saber quién está quemando y no habría excusas de que el propietario diga “yo no sabia nada”. Esa persona es responsable de lo que pasa en su territorio.

Están trabajando con los faros de conservación. ¿En que puede ayudar esta iniciativa?

Si. Los faros de conservación son puntos estratégicos, físicos donde se propone la presencia permanente de Parques Nacionales con infraestructura y equipamiento de movilidad par tener control sobre la sostenibilidad de la actividad productiva y el control sobre lo delictivo. Es una posibilidad que tenemos y que estamos próximos a firmar con Santa Fe para comenzar a emplazar esos faros y avanzar en los
próximos. Ojalá que Entre Ríos pueda firmar con Nación esa posibilidad

Si sale la Ley de humedales sería de gran ayuda, ¿No?

Hay distintos proyectos de humedales y le corresponde al parlamento. He conversado con el Presidente de la Comisión de Ambiente de diputados y se están discutiendo los diferentes proyectos.

Tenemos que saber que el Parlamento legisla para todo el país, por lo que se va a requerir un inventario de humedales, y también tenemos que ser conscientes que no es la solución inmediata no debemos depositar falsas expectativas pero sí creo que hay que hacerlo.