La posterior e inmediata investigación que hicieron los policías capitalinos de Orden Público y de Cuerpos después de la persecución y aprehensión de dos delincuentes que ingresaron al interior de una vivienda ubicada en Llerena y Avellaneda del barrio Sargento Cabral, e hirieron al único morador del inmueble en el momento del atraco -un adolescente de 17 años-, tuvo otras distintas derivaciones que las que surgieron inmediatamente al operativo policial. Los jóvenes que golpearon la puerta fueron reconocidos por el adolescente que estaba en el inmueble.
Ese fue el motivo por el que les permitió ingresar a su casa. Los delincuentes, sobre los que se presume que sabían que el menor estaba solo, lo inmovilizaron y robaron, y cuando la víctima se resistió, le aplicaron una profunda puñalada punzocortante en el cuello con intenciones de asesinarlo, por una razón de imperio de sentido común: la víctima podría reconocer si los atrapaba la Policía, porque los conocía previamente, y ese fue el motivo por el que les permitió entrar a su casa.
Los dos aprehendidos serán sometidos a la audiencia imputativa en la tarde de este miércoles, y el delito imputable es gravísimo: tentativa de homicidio criminis causa, lo que significa que los delincuentes intentaron matarlo después del robo para no ser reconocidos en el caso de ser atrapados.
Denuncia, asistencia y aprehensión
El primer llamado de los vecinos que alertaron a la central de emergencias 911, permitieron la llegada de los oficiales y suboficiales de Orden Público y de Cuerpos a la vivienda que fue el epicentro de la agresión, y en primera instancia desdoblaron el trabajo en dos cuestiones simultáneas, la atención del adolescente herido y ensangrentado que fue llevado al hospital Cullen, donde lo compensan y le practicaron curaciones y como dijo después del mediodía el director del nosocomio, doctor Juan Pablo Poletti, no corría peligro de muerte, y quedaría internado para observar su evolución; la otra parte del trabajo policial estuvo orientada a la persecución y aprehensión de los agresores que entraron al inmueble y que robaron dinero en efectivo.
Imágenes reveladoras
Posteriormente, y hay registros de cámaras de videovigilancia en el vecindario, que cuando fueron auditadas permiten observar la llegada de los agresores -tres en principio- cuando golpearon la puerta de acceso y son atendidos por el adolescente que les abrió la puerta voluntariamente, y que entonces, ingresaron dos de ellos, pero se encontraron con la férrea resistencia del morador, al que robaron decenas de miles de pesos y algunos dólares, en ambos casos en efectivo, y luego le aplicaron una puñalada en el cuello, y continúo la pelea y los gritos dentro de la vivienda, que son los que pusieron en alerta a los vecinos que son los que llamaron a la central de emergencias 911.
Asesinarlo para que no los reconozca
Un primer cálculo de los policías que actuaron en el procedimiento, es que pudo tratarse de una entradera, es decir de la modalidad delictiva de ingresar a robar a una vivienda particular de una forma muy violenta, pero con el paso de los minutos, la recepción de los testimonios de los vecinos, y lo que revelaron las cámaras de videovigilancia en imágenes sobre que el adolescente herido aceptó abrir la puerta porque conocía a la persona que golpeó, hicieron que la causa giré sobre la naturaleza en el desarrollo de los hechos: los agresores conocían a la víctima previamente, y por tanto, cuando le aplicaron la puñalada en el cuello fue con la intención de matarlo, para que en el caso de ser descubiertos, no pudiera reconocerlos, lo que en técnica jurídica en materia penal podría entenderse "tentativa de homicidio criminis causae".
Gravísima imputación delictual
Este miércoles en horas de la tarde está prevista por la oficina de gestión judicial OGJ la realización de la audiencia imputativa, donde serán ventilados los sucesos narrados y se conocerá en detalle este caso en toda su dimensión y gravedad, mientras la víctima, que resistió la agresión con tenacidad, logró salvar su vida de manera providencial. Resta señalar que los dos aprehendidos, solo tienen 18 y 19 años, y fueron identificados como J. A. S. y M. D. B. quienes deberán responder por la grave imputación que les será formulada y por todos los elementos probatorios incriminantes que ya forman parte de esta causa.
