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Insomnio: el trastorno de sueño más frecuente en pandemia

16 de diciembre de 2020


Las consecuencias tanto físicas como mentales producto del confinamiento a raíz del COVID-19 todavía son difíciles de enumerar. Sin embargo, a casi un año desde que se conoció la enfermedad, se fueron llevando a cabo distintas investigaciones para poder abordar las temáticas que van desde trastornos psicológicos, secuelas en la salud física hasta uno de los más importantes en la vida de la población: el sueño.

El sueño consolida la memoria y aumenta la plasticidad neuronal. Durante este estado, se liberan hormonas como la de crecimiento, entre otros beneficios. En contraposición, no dormir bien trae consecuencias a corto y a largo plazo. No conciliar el sueño las horas necesarias rompe una cadena de eslabones y lleva a un mal funcionamiento durante el día. Desde lo hormonal hasta lo emocional, todo el organismo se ve afectado.

Un relevamiento del impacto psicológico de la pandemia realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), informó que alrededor del 75% de los participantes presentaron alteraciones del sueño entre los períodos de marzo y octubre.

El insomnio se define como la dificultad para iniciar el sueño, para mantenerlo o cuando el sueño resulta no reparador, acompañado de algún tipo de deficiencia durante el día

El insomnio se define como la dificultad para iniciar el sueño, para mantenerlo o cuando el sueño resulta no reparador, acompañado de algún tipo de deficiencia durante el día

Otro estudio llevado a cabo en 40 países del cual participaron 3.062 personas y que fue publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, reveló que el 40% informó una disminución en la calidad del sueño en comparación previo a la crisis del COVID-19. Además, el consumo de pastillas para dormir sin receta aumento en un 20%.

A raíz de la ruptura de las rutinas y hábitos diarios al quedarse más tiempo en sus hogares realizando lo que antes se hacía afuera, hubo un trastorno del sueño que predominó en la población: el insomnio, uno de los padecimientos más frecuentes y más subestimado. “Desde que comenzó la pandemia -en particular desde que comenzó el confinamiento- se multiplicaron los casos de insomnio en la población. Esto se produjo porque la gente desacomodó sus rutinas. El insomnio empeoró en las personas que ya lo padecían, pero también se agregaron personas que nunca antes lo habían tenido”, aseguró en diálogo con Infobae Alejandro Andersson (MN 65.836), neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires.

Pero, ¿qué es el insomnio? Se define como la dificultad para iniciar el sueño, para mantenerlo o cuando el sueño resulta no reparador, acompañado de algún tipo de deficiencia durante el día. Entonces, al saber esto, se advierte que es algo que probablemente ocurre u ocurrió más de una vez en la vida de las personas, pero que quizás no se le dio la importancia que merece.

El insomnio durante el confinamiento, de acuerdo al profesional, se asoció en la mayoría de los casos a cuadros de angustia, estrés, ansiedad o incluso depresión. Los cambios de horarios de sueño, los trabajos en horarios rotativos, la llegada del home office impactaron de manera negativa la calidad y continuidad del sueño.

Para revertir esta situación es importante que dentro del universo de cada persona volver a armar las rutinas

Para revertir esta situación es importante que dentro del universo de cada persona volver a armar las rutinas

De este modo, este trastorno del sueño se puede manifestar de distintas maneras. Entre las más comunes se encuentran: dificultad para dormir cuando uno se acuesta, múltiples despertares en la noche con fragmentación del sueño y despertarse en el medio de la noche sin poder volver a dormir

“Lo paradójico de esta situación es que el sueño es un proceso biológico crítico que es vital para mantener en buenas condiciones al sistema inmunológico algo que es vital en tiempos de COVID-19. Además, tiene un montón de beneficios para la salud tanto física como mental”, explicó Andersson.

En este contexto, el profesional explicó que para revertir esta situación es importante que dentro del universo de cada persona volver a armar las rutinas: “En mi consultorio lo primero que le recetaba a los pacientes que me tenían este padecimiento era que se despierten temprano e intenten ir a hacer las compras para despabilarse y exponerse a la luz blanca del día, después desayunar, hacer actividad física y así poder llegar a la noche con un sueño masomenos respetable”.

Lo que no se debe hacer

-Si la persona se despierta en la madrugada es recomendable no ingerir alimentos porque el organismo es muy primitivo y se acostumbra a comer siempre en el mismo horario

-Evitar las pantallas cuando se despiertan en el momento es importante porque de acuerdo al profesional, la persona va a inhibir el pico de melatonina porque el organismo va a pensar que es de día

-Evitar comidas abundantes antes de ir a dormir

-Establecer y respetar una rutina de sueño de modo a que el organismo se acostumbre a una rutina y a la higiene del sueño

Si el trastorno del sueño sigue atormentando a la persona, el profesional explicó que es vital acudir a un especialista ya que el insomnio suele ser subestimado pero está demostrado que el impacto en la vida de las personas es negativo.

Fuente: infobae