Jorge Alberto Romero, detenido e imputado por la muerte de la comerciante de Esperanza también abusó sexualmente de la víctima. En idéntico modo, había golpeado e intentado violar a otra mujer en una panadería en 2013.
Desde la ciencia forense aseguran que las personas que son condenados por delitos de esta índole, y sin embargo vuelven a repetir el mismo acto, sufren de una psicopatía dentro del cerebro por la cual no tienen frenos inhibitorios.
El Dr. Pascual Pimpinela describió que dentro del cerebro están las emociones y es el lóbulo frontal el que la frena. "Las personas de este tipo no logran frenar esos impulsos y pueden cometer los mismos delitos una y otra vez", dijo el médico forense.
Por otra parte, aseguró que hay un vacío en la justicia que no permite determinar qué hacer con este tipo de personas, ya que aunque tengan una psicopatía no son considerados como inimputables.
