6 de octubre del 2020, el día que el tenis argentino colmó las portadas de todo el mundo. Los triunfos de Nadia Podoroska y de Diego Schwartzman no solo son un resultado más a nivel deportivo. No son dos argentinos más en un cuadro principal de un torneo de Grand Slam.
Este martes 6 de octubre quedará inmortalizado en el deporte nacional por ser el día donde la atención se pusieron en los Peques. Donde el foco se corrió de un simple resultado y llevó a más de un argentino a "ponerse la camiseta" celeste y blanca y sufrir los nervios por uno de los nuestros.
Además, la victoria de la rosarina de 23 años frente a la ucraniana Elina Svitolina, número 5 del mundo, y la del Peque Schwartzman ante el austriaco Dominic Thiem, 3 en el ranking ATP y reciente campeón del US Open, deja al descubierto que aún hay nivel. Solo se trata de "explotarlo" y de que una vez por todas en nuestros país se ponga el foco en las jóvenes promesas.
Lo logrado por Nadia Podoroska, llegando a una semifinal de Grand Slam desde la clasificación, es una invitación a todas las niñas para que jueguen al tenis. Es la oportunidad de reflotar este deporte donde Gabriela Sabatini se lució en la década del 80 y 90.
Además, es la posibilidad de seguir incentivando y de lograr a nivel país crecer en los torneos. No solo por la visibilidad hacia el turismo y hacia las empresas inversoras, sino para mostrar el gran potencial que hay en el tenis.
Podoroska y Schwartzman, Schwartzman y Podoroska, no importa el nombre. Estos "pequeños gigantes" lograron algo mucho más grande que un resultado. Volvieron a lograr que los ojos se posen en un argentino.
