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15 de abril de 2021


En Colón los arqueros son de afuera. El conjunto sabalero tiene un registro muy bajo de arqueros promovidos a la primera división, al menos en los últimos 20 años.

Aún navegando en el túnel del tiempo cuesta encontrar arqueros formados y consolidados en el primer equipo.

En más de mil partidos jugados por el elenco del barrio centenario, apenas un puñado de encuentros fueron disputados con un arquero de la casa en la valla, solo lo hicieron:

Marcos Díaz: 16 veces entre 2008 y 2011. Después la rompió toda en el Globo y hasta llegó al arco de Boca. Hoy ataja en Talleres.

Andrés Bailo: 7 partidos entre 2012 y 2013. Se fue a préstamo un par de veces a Sportivo Belgrano de San Francisco para sumar minutos, los que consiguió finalmente en Ferro, donde disputó más de 130 encuentros. Hoy a los 32 años está sin club.

Andrés Mehring: 1 partido frente a Nueva Chicago en 2015. Al año siguiente se marchó al sur, para jugar en Guillermo Brown el Nacional B dos temporadas. Sus buenas actuaciones le valieron el pase a un club de primera y recaló en Godoy Cruz, donde solo jugó 7 partidos. Desde el 2021 es suplente en Central Córdoba de Santiago del Estero, previa experiencia internacional con un paso fugaz por el Liverpool de Uruguay.

Ignacio Chicco: 3 partidos hasta el momento, uno por Sudamericana, otro por la Superliga y el tercero por Copa Argentina, con posibilidades de seguir sumando en tanto continúa como segundo arquero del equipo.

En el mismo período han desfilado desde Perassi hasta Burian, glorias de la talla de Vivaldo o Leonardo Díaz, foráneos como Alexander Domínguez o locales como Pablo Burtovoy, los "fabricados" por Central, Tombolini y Braun, mucho de Pozo, algo de Irigoytia, poco de Pardal, Carranza, De Olivera, Blázquez y Marinelli.

En el camino se perdieron los Benedetich, Cristian Cortese, Rodrigo Drago, Diego Galarza, Gastón Sánchez, Luis Merlo, Burela, Fasano, Palito Rivas, Bossio, Lovera, Aylagas. Arqueros desconocidos para la popular, que no tuvo la oportunidad de recibirlos con aplausos y el orgullo que se siente por los hijos que triunfan.

Fuente: Social Fútbol