La Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas definió a la bajante del río Paraná como un "holocausto ambiental" y aseguró que, además de las causas naturales, cobra gran importancia el tipo modelo productivo de la Argentina, que puede llegar a ocasionar "efectos irreversibles" en la situación del ecosistema
El río Paraná padece por estos días los picos de una bajante histórico, que ya ha llegado a niveles negativos en su medición, lo que se traduce en problemas para el transporte de mercaderías por su cauce, hasta el suministro de agua potable a la población.
Este jueves, uno de los referentes que nuclea a los abogados ambientalistas del país, Rafael Colombo, aseguró la situación se equipara con un "holocausto ambiental" y, en declaraciones al programa "El primero de la mañana", de LT8 explicó que "esta situación está básicamente relacionado con la degradación total o parcial del ecosistema producido por este modelo económico productivo que registra más presión y hostigamiento año tras año sobre el Paraná y puede llegar a producir consecuencias irreversibles"
El profesional explicó que para dar contexto a la situación de la bajante del río se deben considerar "cómo se ha expandido la ganadería intensiva., a lo que sumamos las miles de embarcaciones que transportan millones de toneladas de mercaderías por el río, más las obras de dragados de la hidrovía, la contaminación de las industrias que lanzan sus desechos a las aguas del Paraná y que la mayoría están en el área metropolitana del Gran Rosario, las represas que interrumpen el flujo natural, la terrible degradación del suelo, es decir un conjunto de causas extremadamente complejas que a su vez tienen como denominador la matriz económica productiva en la que está basada nuestro país"
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Colombo no dejó de lado los factores naturales entre las causantes de la bajante del Paraná y enumeró, dentro de lo que denominó un "contexto natural preocupante", como la crisis del ecosistema que atraviesa el sistema amazónico. Pero esta referencia que cito de Brasil está ligado a las actividades humanas y sus cuestiones extractivistas. Buena parte de estas modificaciones se producen por intervenciones antrópicas. El cambio climático se traduce en esto, Prolongadas sequías y con lluvias cada vez más concentradas también contribuyen a la bajante del río".
El letrado no dejó de lado "las urbanizaciones y la especulación inmobiliaria, que avanza sobre los humedales". También se ocupó de "los incendios, que en el último año 500 mil hectáreas de bosques y humedales fueron arrasadas por el fuego en las provincias de Misiones, Chaco, Corrientes., Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. La Argentina se encuentra en una situación de extrema deforestación".
Fuente: La Capital
