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Violenta entradera en Santo Tomé: mordió a uno de los delincuentes para proteger a su familia

El hecho ocurrió este martes por la noche en una vivienda de Alsina 3800 en la zona de cuarteles. La propietaria relató lo sucedido en VEO Noticias.

19 de junio de 2024


Una familia sufrió una violenta entradera durante la noche de este martes en Alsina al 3800 en la ciudad de Santo Tomé. Dos delincuentes ingresaron a la cochera mientras la mujer estaba entrando el auto. Tras amenazar a sus hijos de 2 y 14 años junto a su marido, la propietaria mordió a uno de ellos para espantarlos y se dieron a la fuga.

 

"Anoche estaba con mi nene que tiene 14 años entrando al auto. Como el barrio está inseguro y hace poquito también nos robaron, tomamos las medidas con mi esposo de avisarnos cuando venimos entonces lo llamo, sale con mi nene a abrirme la puerta de la cochera y cuando estamos con el auto a mitad de entrar, vemos a dos personas, dos hombres que pasan encapuchados y con gorra por la vereda de enfrente", relató.

"Entonces, como que nos asustamos y tratamos de hacer todo más rápido, nos miramos como alertas. Entré el auto y cuando mi esposo veo que intenta cerrar el auto ya estaban las dos personas dentro", continuó.

"Me bajo automáticamente del auto y uno de ellos me empieza a apuntar con el arma, lo miro hacia mi marido y lo estaba tapando con el cuerpo a mis dos hijos y a él estaban apuntando con un arma también", describió la mujer.

"Los dos estaban armados y a los dos no estaban apuntando a los adultos y mi marido tapando mis hijos así para que no le hagan nada", agregó.

"En un momento le pegaron en la cabeza y yo de la desesperación empecé a gritar, me seguían apuntando y en un momento me empiezan como a zamarrear y yo gritaba", manifestó. "En la desesperación que tenía, me levantan del piso y le dicen `decile que se calle` y eso me habilitó a mí a que tomaran otras medidas, entonces seguí gritando y con tal de que ellos salieran adentro de la casa", agregó.

"En el afán mío de que mi familia esté a salvo, quería que me siguieran a mí y sacarlos. Y entonces seguí gritando y yo me di cuenta como que la debilidad de ello era que yo hiciera bullicio y que yo gritara. Entonces, al decirle que no grite, yo grité peor. Grité más fuerte y en un momento me tapa la boca y lo mordí. Y se ve que lo mordí tan fuerte que la persona esta reaccionó, me sueltan, salí afuera gritando y se fueron", contó la propietaria.

"Solo nos roban la paz y la tranquilidad", concluyó.