Volver al hogar después de la inundación es un capítulo de una historia recurrente. Se trata de un trabajo físico y subjetivo, recuperar lo que se pueda, duelar las pérdidas materiales y superar el impacto emocional. Concordia vuelve por estas horas a transitar lentamente ese proceso después de que se produjera una segunda inundación en el término de cinco meses. En diciembre del año pasado, tras una serie de tormentas, más de 1500 personas resultaron afectadas por la creciente del río Uruguay. Esta vez, la cota máxima en el puerto de Concordia llegó a los 13.70 metros, por lo cual debieron ser evacuadas un total de 547 personas, unas 159 familias.
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Las autoridades establecieron refugios y proporcionaron asistencia en respuesta a un evento que ocurre con mayor frecuencia. En la memoria colectiva de la ciudad, la creciente de 1959 es recordada como aquella que sumergió completamente a Concordia. En ese entonces, la ciudad quedó rodeada por el agua y todas las mercancías necesarias para la subsistencia tuvieron que ser transportadas por barcos. El saldo fue de 13 personas fallecidas, 30 mil evacuados y más de 20 mil kilómetros cuadrados inundados.
Desde entonces, se han producido grandes inundaciones en 1972, 1983, 1986 y así sucesivamente hasta llegar a la de 2015, que dejó más de 20 mil evacuados y se considera una de las más graves en más de medio siglo, y la mayor desde la construcción de la represa de Salto Grande. Sin embargo, con diferentes grados de intensidad, el río Uruguay sigue creciendo, el agua desborda su cauce y arrasa con los asentamientos urbanos en la periferia, obligando a las familias a buscar refugio en centros de evacuación improvisados para recibir asistencia.
En esta ocasión, un total de 547 personas, lo que equivale a aproximadamente 159 familias, tuvieron que ser evacuadas debido a las inundaciones que se originaron en el sur de Brasil, donde lamentablemente causaron más de 160 muertes y aún hay decenas de personas desaparecidas. Estas inundaciones continúan afectando a Uruguay con nuevas lluvias, lo que exacerbó la situación en la región.
En cuanto a la situación en Uruguay, según el informe del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), en los últimos días alrededor de 3 mil personas tuvieron que ser evacuadas. La mayoría de los afectados se encuentran en el litoral oeste, particularmente en las ciudades de Paysandú y Salto. A raíz de esta crisis, el gobierno uruguayo ha declarado la emergencia agropecuaria, ya que sectores clave como la ganadería, la agricultura y la lechería se han visto gravemente afectados por las inundaciones.
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