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Una mujer vivió 99 años sin saber que tenía los órganos invertidos

18 de mayo de 2019


Los estudiantes de anatomía de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregon (Estados Unidos) tuvieron una clase que les será difícil de olvidar. En la primavera de 2018, la lección se desarrollaba como de costumbre: una parte del tiempo se dedica a la disección y observación del cuerpo humano.

Sin embargo, cuando abrieron el organismo de Rose Marie Bentley, algo estaba fuera de lugar. Les tomó un rato a los alumnos entender qué sucedía, hasta que –con ayuda de un profesor asistente– lo resolvieron: la mujer tenía todos los órganos invertidos (incluyendo el hígado y estómago), excepto el corazón.

Ante ellos se encontraba un caso entre 22 mil nacimientos, conocido como situs inversus con levocardia.Esto consiste en una extraña malformación genética que puede afectar a varios órganos. Traducido del latín, situs inversus significa “posición invertida de los órganos internos” –es decir, espejados, del lado opuesto al correcto–, mientras que “levocardia” es el término empleado para describir la posición normal del corazón en el hemitórax izquierdo.

Quizás lo más sorprendente de todo sea que Bentley vivió 99 años sin saber de su condición. Dado que esta posición atípica supone un riesgo para la salud, la Universidad explicó que creen que es la persona que más tiempo logró vivir con esto.

“Me di cuenta que algo pasaba pero nos llevó un tiempo darnos cuenta cómo estaba conformada”, confesó Cam Walker, el profesor asistente. El hombre señaló que en la literatura médica hay registros de personas con situs inversus que llegan hasta los 70 años pero que, eventualmente tienen complicaciones cardíacas. Por esto, estima que solo una en 50 millones de personas con esta condición viven lo suficiente para llegar a la adultez.

Por supuesto que los docentes quisieron saber más acerca de la mujer, que vivía en una zona rural de Oregon. Consultaron a su familia y confirmaron sus sospechas: no sufrió ninguna condición crónica, más allá de la artritis. Durante su vida le quitaron tres órganos pero solo el cirujano que le extirpó el apéndice dejó registro de una ubicación inusual. Ninguno de sus hijos estaba al tanto de esto y creen que ella también lo desconocía.

Los médicos responsables de la cátedra presentaron este hallazgo en la reunión anual de Biología Experimental de la Asociación Americana de Anatomistas. Al mismo tiempo, la Universidad emitió un comunicado explicando el hecho. Una de las hijas de Bentley, por su parte, afirmó que a su mamá le hubiese gustado toda la atención recibida. “Le hubiera parecido genial y estaría complacida de poder enseñar algo así. Seguramente tendría una gran sonrisa en su rostro por saberse diferente y haber sobrevivido”, completó.

Fuente: Con Bienestar