En Vivo

06 de junio de 2018


El fin de semana una adolescente de 17 años tomó la drástica decisión de terminar con su vida. Familiares y allegados manifestaron que era víctima de bullying. Que la hostigaban en la escuela “por ser morocha”.

Es muy probable que su sufrimiento haya tenido además otros elementos que no estamos en condiciones de ponderar, desde afuera de su círculo íntimo. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que su familia había solicitado en más de una oportunidad que se habilitara su cambio de escuela. “Volvía todos los días llorando de la escuela” relató su abuela. Esta sola frase no era motivo para agilizar y facilitar el cambio de institución de una alumna?. Y ahora qué?

La jovencita cumplió su escolaridad desde Jardín de Infantes hasta el mes de abril de este año en la misma escuela. Hasta que a mediados de abril, cambió esa escuela privada por una del sector público.

Ahora, cuando ya es tarde, el Ministerio de Educación inicia una investigación sobre las circunstancias que rodearon el proceso educativo de la adolescente. Ahora, ante lo irreversible pretenden descubrir las explicaciones que deberían haber procurado hace ¿años?

Tanto desde el Ministerio como desde el Colegio del Huerto  que debió contener, apoyar y tomar las medidas que correspondieran para proteger a esa niña/ adolescente pecaron de omisión, por lo menos. Que no es poco cuando sabemos que esa inacción terminó con la vida de una jovencita. Mientras tanto, ni los funcionarios públicos ni los directivos de la institución eligieron el silencio al intentar se consultados por los medios.  No explicar, no decir, no hacerse cargo.

¿De qué sirve ahora conocer si se habían hecho las denuncias por bullying? . Se sabe que la situación era conocida por todos los actores en escena. Todos en falta. Todos a destiempo. Todos mirando para otro lado y abandonando a su suerte a una chica que sufría y que un día no pudo más.

Ojalá que ésta sea una oportunidad de aprendizaje para todos, pero principalmente para aquellos que son los responsables de ocuparse y no lo hicieron. Para que no tengamos que lamentar otros casos. Para no llegar tarde. Para que nuestros chicos que sufren no digan basta un día.