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26 de mayo de 2019


El gobernador Miguel Lifschitz abrió este sábado, en la ciudad de Santa Fe, los nuevos espacios de El Molino, Fábrica Cultural.

Se trata del espacio integrante del Tríptico de la Imaginación, dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, que desde ahora se erige como la primera manzana cultural de la ciudad.

El ala oeste del refuncionalizado edificio del ex-Molino Franchino, tiene una superficie total de 4 mil metros cuadrados y requirió de una inversión de $ 201.108.159,55.

“En estos 209 años de la Argentina, y también de la ciudad de Santa Fe, se instalaron muchas fábricas, el puerto, el ferrocarril; vinieron habitantes de otros lugares de la provincia y del país, para radicarse aquí, y la ciudad fue creciendo y progresando. Y también se sancionó la Constitución Nacional, surgieron una gran universidad y espacios culturales, porque la ciudad de Santa Fe es una gran capital de la cultura del país, desde hace muchos años”, señaló Lifschitz.

“Los santafesinos supieron construir un proyecto cultural que se sostiene a lo largo de más de cien años. Por eso, en esta etapa en la que nos toca ser protagonistas de la historia que estamos construyendo juntos, nos propusimos desde el gobierno provincial hacer muchas grandes obras para esta ciudad. Más de 150 son las que hemos llevado a cabo, solamente en este período de cuatro años de gestión, a las cuales hay que sumarles las realizadas por Hermes Binner y Antonio Bonfatti, respectivamente”, añadió el gobernador.

“Entre esas grandes hay desagües, grandes centros de la salud, proyectos de transformación urbana y los proyectos culturales, a los que hemos dado una especial importancia. Porque un gobierno que invierte en cultura invierte en el futuro de la gente y garantiza sus derechos. Y el derecho a la cultura es tan importante como el derecho a la salud y a la educación”, afirmó Lifschitz.

“Estos espacios culturales son abiertos y gratuitos porque están pensados para que los puedan usar todos. Y aquí se puede encontrar un espacio para pensar, reflexionar y encontrarse con otros, para ser protagonista de la vida cultural y no solo un espectador. Se trata de espacios pensados para el futuro, con nuevas tecnologías, y que recuperan nuestros saberes, nuestra historia, prácticas y oficios”, añadió el gobernador.

"Para nosotros es una alegría, en este 2019 con tantos problemas en la economía nacional y con tanta incertidumbre, poder seguir abriendo espacios para la cultura. Sabemos que es la mejor inversión que podemos hacer y la hacemos pensando en las nuevas generaciones”, concluyó Lifschitz.

Por su parte, la ministra de Innovación y Cultura, María de los Ángeles González, manifestó que “el Tríptico de la Imaginación, del cual forma parte El Molino, cree en el juego, en los lazos, en la convivencia, en la función de la cultura para conservar la memoria y en los derechos humanos. Y aquí estamos, en una nueva etapa porque hay nuevos desafíos y mucho por delante, y necesitamos que la cultura siga teniendo este rol protagónico, lo cual es posible porque en Santa Fe tenemos el único Ministerio de Cultura que queda en el país”, afirmó.

“El espacio público, como las escuelas, no es de un gobierno, sino de ustedes, de la gente; es lo que el pueblo consiguió con sus derechos desde el día de esa revolución que hoy festejamos. Esto es público, que quiere decir 'del público' y gratuito, de ustedes, así que vengan y aprópiense de este espacio”, finalizó González.

A su turno, el ministro de Obras Públicas, Pedro Morini, aseguró que “hoy recuperamos y pusimos en valor otro pedazo de la historia de Santa Fe. Siempre comparo al molino harinero con un gran cuerpo humano, lo cual va a quedar reflejado aquí cuando se pongan en marcha todas las actividades. En un cuerpo humano corre sangre por las venas; y en un molino harinero trigo, para ser transformado, finalmente, en esa harina que se distribuyó en distintos lugares del país”, graficó el ministro, y manifestó su orgullo “de ser nieto de inmigrantes, a los que hoy también les estamos haciendo un homenaje”.

PRESENTES
Del acto participaron el vicegobernador de la provincia, Carlos Fascendini; el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Antonio Bonfatti; los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, y de Medio Ambiente, Jacinto Speranza; las ministras de Salud, Andrea Uboldi, y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Erica Hynes; el intendente de Santa Fe, José Corral; y el concejal local, Emilio Jatón.

También estuvieron presentes el senador departamental, Miguel González; las diputadas provinciales, Clara García y María Victoria Tejeda; y los diputados provinciales, Jorge Henn, Rubén Galassi y Julio Garibaldi, junto con demás autoridades provinciales y municipales, representantes de fuerzas vivas y de organizaciones intermedias y vecinos de la ciudad capital.

EL ACTO
La jornada comenzó con el corte tradicional de cintas, realizado por las autoridades presentes, para dejar formalmente inaugurada la obra. Luego de los disursos, comenzó “La sinfonía azul”, una puesta en escena con más de 70 artistas que le dieron vida, color y magia a la primera manzana cultural de la ciudad de Santa Fe. Actores y actrices de diferentes edades propusieron un despliegue escénico por el entorno del edificio, recuperando su historia y su presente.

Posteriormente, las autoridades recorrieron el espacio público que fue abierto al público.

EL PROYECTO
El edificio ubicado sobre el margen oeste del complejo del ex-Molino Franchino, de cara a la calle Pedro Vittori, fue recuperado y puesto en valor, siguiendo el lineamiento del espacio que funciona desde 2010, pero incorpora características propias. De esta manera, toda la manzana comprendida entre el bulevar Gálvez, Vittori, Castellanos y República de Siria, se dedica a la actividad cultural.

Este nuevo espacio de El Molino busca fomentar los emprendimientos de base cultural y creativa a través de acciones que promuevan el desarrollo de la producción escénica, audiovisual, web, multisoporte, editorial, discográfica, gastronómica y de diseño.

Cuenta con 13 salas, dos terrazas y un subsuelo. Entre otras propuestas, habrá una panadería para experimentar con las masas, la alimentación, la cocina y la cultura de compartir mediante la comida; un hall de doble altura para programaciones teatrales; La Terraza de los Silos, donde se desarrollarán ciclos de música al aire libre y convocatorias a diseñadores, gastronómicos y artistas de diversas disciplinas para gestionar proyectos de manera conjunta; El Sótano de Experiencias Artísticas, que abre con la muestra “Otra plaza de los besos”, de Nydia Andino; y La Tienda del Molino, un lugar de exhibición y comercialización de objetos y productos de diseñadores locales.

HISTORIA
En 2010 se inauguró la primera etapa de El Molino, Fábrica Cultural, con un proyecto que se proponía recuperar el edificio después de casi dos décadas de abandono, como espacio multifuncional dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura.

El plan incluyó el desmantelamiento del galpón de chapas que vinculaba los cuerpos principales, realizando allí una plaza pública caracterizada por la cobertura de 13 "bóvedas cáscara", según diseño original del arquitecto Amancio Williams. También se quitaron los silos metálicos sobre calle Castellanos, cuya traza quedó registrada en los canteros circulares que los representan, y se amplió la estructura del antiguo bloque del ala este.