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12 de noviembre de 2019


El 13 de julio de 2013 a la siesta, Jorge Alberto Romero, imputado por el femicidio de la comerciante esperancina Gabriela Degiorgio, ingresó a una panadería ubicada en Saavedra y Monseñor Zaspe donde trabajaba María Esther.

La joven lo atendió como un cliente más pero Romero le manifestó que estaba en busca de trabajo y que había hecho algunos cursos de panadería por lo que María Esther le pidió sus datos. Sin embargo el hombre aprovechó la distracción de la joven, le tapó la boca y la llevó a la parte de atrás del local comercial.

Hace seis años, María Esther relató a Veo Noticias que el atacante la golpeó brutalmente, la manoseó e intentó abusar de ella. "Estoy enfermo, me voy a entregar" le decía mientras la golpeaba.  Finalmente, un cliente entró a la panadería y tras llevarse dinero en efectivo, algunos elementos y el DNI de la mujer, Romero huyó. Sin la intervención del hombre que ingresó a comprar, "me mataba o me violaba" aseguró la víctima.

Los efectivos policiales ratificaron que los datos que Romero le brindó cuando llegó era reales y así lograron dar con él días más tarde.

Por este hecho, el 28 de agosto de 2014 fue sentenciado a la pena de seis años de prisión por el Juzgado de Instrucción de la Sexta Nominación (en el marco del sistema conclusional de causas). Esta condena venció el 15 de julio de 2019, fecha en la que recuperó la libertad. En tanto, en la actualidad no registra causas en trámite en el Ministerio Público de la Acusación.

A raíz del femicidio de Gabriela, María Esther se expresó en redes sociales pidiendo justicia por la comerciante y reclama perpetua para el imputado.