La crisis sanitaria por la pandemia mundial de covid-19 provocó que junio fuera para España el peor mes en desempleo desde 2008, en plena crisis económica. En esos 30 días, las oficinas de empleo españolas registraron 5.107 parados más (el 0,1 %), hasta alcanzar la cifra total de 3.862.883.
A pesar de este mal dato, se observa una tendencia positiva desde que el Gobierno de Pedro Sánchez decretó el confinamiento de la población, ya que en marzo España registró un incremento del paro de más de 300.000 personas, en abril de 282.891 y en mayo de 26.573.
El 48 % de quienes se registraron como demandantes sin trabajo anterior (14.781 personas) se apuntaron en la Comunidad Valenciana para optar a la oferta pública de empleo para ser auxiliares en los planes de contingencia para las playas por la crisis sanitaria, que requería esa condición. Sin esta circunstancia excepcional, el paro registrado habría descendido en unas 9.000 personas.
En cualquier caso, España redujo su desempleo en todos los sectores, salvo en la agricultura y en el de los demandantes sin empleo anterior.
Además, se observa una enorme divergencia en la situación laboral por sexos: el paro masculino bajó en 19.133 desempleados inscritos y el femenino aumentó, con 24.240 mujeres más en las listas oficiales.
Por otro lado, en junio se aceleró el crecimiento de la contratación y se firmaron 308.985 contratos más que en mayo, hasta un total de 1.159.602, de los que 114.393 fueron de carácter indefinido y 66.593 a tiempo completo.
Así, la Seguridad Social española ganó en junio una media de 68.208 cotizantes respecto a mayo, por lo que el número total de ocupados es de 18,62 millones.
Fuente: EFE
