La campaña Ni Un Pibe Menos por la Droga presentó recientemente un informe sobre el consumo de drogas legales e ilegales en el cordón oeste de la ciudad de Santa Fe. Pablo Landó, quien se encuentra a cargo del Centro Social y Deportivo de la campaña, habló con Veo Noticias y se refirió a la problemática que abordan a diario.
“El Centro terminó el año pasado con 230 chicos, hoy hay inscriptos 180, con la fluctuación que tiene siempre y lo difícil que es sostener un proyecto con los chicos en un espacio como este. Las actividades deportivas, culturales, y recreativas tienen eje en la prevención de adicciones”, explicó.
Landó señaló también que para la realización del informe hicieron una encuesta y dijo que la misma arrojó que “el 45% de la gente cree que lo central fundamental en las políticas públicas es la prevención. Es necesario reforzar estos dispositivos en todos los barrios de la ciudad”, consideró.
Consumo cada vez más precoz
El entrevistado destacó que el consumo de sustancias estupefacientes "es cada vez más precoz. Hay consumos en la niñez. Empiezan a los 8 o 9 años aspirando pegamento, combustibles o gas. A los 12, 13 años ya tienen daños irreversibles en su sistema nervioso central. Es necesario trabajar la prevención desde la primera infancia, a través de propuestas lúdicas, recreativas y apoyándonos en las escuelas”, insistió.
Para Landó, el aumento del consumo de sustancias “va directamente de la mano de la vulnerabilidad de la población: cuando hay crisis social, económica, pérdida de empleo, no hay una vivienda digna, cuando se vive en un barrio olvidado hay más tendencia a esa situación. Muchas veces se consume porque hay una situación de angustia, marginalidad, exclusión del sistema educativo o laboral. La conclusión rápida del informe es: políticas públicas preventivas y abordar todo lo estructural que hace a la vida de miles de niños y jóvenes, de acceso a la cultura, el deporte, la educación. Y cuando son más grandes la posibilidad laboral”, agregó el entrevistado.
“No hay a quién recurrir”
Más adelante, Landó subrayó que "el Sedronar, la Agencia Provincial de Adicciones y la Municipalidad tienen que generar espacios de contención. Hoy la Municipalidad no tiene ni un número de teléfono, ni una oficina, una secretaría, un equipo. Cuando hay una mamá desesperada o cuando un pibe le quiere dar una mano a un amigo no tienen a dónde recurrir”.
Por último, exigió: “Queremos que se tomen medidas. Hemos trabajado en una ordenanza municipal que habla de la emergencia en adicciones, para poder crear una Dirección Municipal de tratamiento y prevención en adicciones. Ojalá estos números que reflejan la realidad concreta hagan que las autoridades públicas de la ciudad tomen medidas en torno a eso y que se puedan destinar más recursos en el orden provincial y nacional”, concluyó.
