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A pesar de la pandemia, los santafesinos veneran al santo del pan, la paz y el trabajo

07 de agosto de 2020


Como cada 7 de agosto, los católicos rinden homenaje a San Cayetano. La devoción hacia Cayetano de Thiene -así es su nombre real- se puede vislumbrar a pesar del aislamiento social que rige por la pandemia de COVID-19 en la parroquia ubicada en Padre Genesio 1644, en la ciudad de Santa Fe.

Debido al coronavirus, este año se realizan varias misas y se llevan adelante tareas de desinfección durante media hora para evitar la propagación del virus. La celebración también se transmite a través de la cuenta de Facebook de la parroquia.

El párroco, Tomás Vecino manifestó en Veo Noticias que "la imagen del Santo la sacamos afuera y va a haber circulación de gente continuamente, ahí no hay inscripción previa y controlamos la cantidad de gente a través de la reja de la entrada". En el lugar están presentes inspectores de la Municipalidad que controlan para que no se se generen aglomeraciones y se respete el distanciamiento.

"El lema de este año es Obrero de un mundo nuevo, y me parece que todos tenemos que ser protagonistas de la construcción de un mundo distinto. Si hay algo que toda esta situación de alguna manera nos interpeló es que hay cosas que no podemos considerarlo normalidad", aseguró Vecino.

Cayetano de Thiene nació el 9 de octubre de 1480 en un pueblo del norte de Italia llamado Vicenza y murió el 7 de agosto de 1547 en la ciudad de Nápoles. Es la fecha de su muerte en la que se recuerda al santo y ese día millones de fieles lo del mundo peregrinan en su honor, pidiendo y agradeciendo. El por qué se transformó en el santo del pan y el trabajo: él era de una familia muy adinerada, sin embargo él a lo largo de su vida se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres, trabajando para que otros pudieran comer.

Fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X. Es desde entonces que la Iglesia Católica lo reconoce como San Cayetano, santo de la Providencia, patrono del pan y del trabajo.